La misma dulzura con matices diferenciales (II)
Fecha: 22/12/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... tentado y loco de ganas por someterte a ella!”.
- “Reconozco que me gusta, pero los culpables son el movimiento del tren y la gente que empuja”.
- “Claro, y ellos son los que guían tu miembro endurecido para apoyarse justo en mi ano”.
- “Es que la suave depresión entre las nalgas lo hace ubicarse ahí”.
- “Seguro, y esos dos movimientos impulsan tus manos, que tomándome de la cintura, oprimen mi cola contra tu hombría. Menos mal que estamos vestidos, de lo contrario te tendría dentro”.
- “Te tomo así para que no pierdas el equilibrio”.
- “Por supuesto, por eso ahora un dedo de tu mano izquierda está sobre mi sexo, oprimiendo rítmicamente mi clítoris”.
- “Es que sigue el compás de las ruedas sobre los rieles”.
- “Ahora tengo que creer que el dedo tiene oído musical”.
- “Desde luego, ahora, que está disminuyendo la velocidad, también mengua su ritmo”.
- “¡No, por favor, que estoy acabando, más rápido, más, más, me corrooo!”
Ahí se cortó el diálogo sostenido en voz baja y al oído. Después de tamaño orgasmo quedó laxa, por lo que la di vuelta, sosteniéndola abrazada, con su mejilla descansando en mi hombro. Julia me miraba como quien no cree lo que acababa de ver. Cuando llegamos al edificio fui al departamento de ellas pues me habían invitado a comer. Ya adentro, Julia nos increpó.
- “Ustedes son francamente insoportables. Ninguno quiere aceptar que arde de calentura y disimulan con esas charlas evasivas. Seguro que ambos están con su ropa ...
... íntima empapada y no por transpiración. Por favor sáquense las ganas de una vez. Me voy a mi pieza. Mamá avísame cuando esté la comida. Espero que la excitación no te impida cocinar bien”.
Mientras la hija iba hacia su pieza la madre enfiló para la cocina y yo la seguí. En tanto ella lavaba unas verduras me senté en un banquito y empecé a sacarme el calzado.
- “Qué hacés?”
-“Me estoy desnudando de la cintura para abajo”.
- “Estás loco?”
- “No, me preparo para cumplir las disposiciones de Julia”.
- “Claro, ella manda y vos totalmente obediente te sometés a sus órdenes. Si te acercás así te la corto”.
Cuando terminó de hablar ya me tenía detrás tomándola de la cintura y levantando desde atrás la pollera.
- “Soltame degenerado”.
Al ver que el único rechazo provenía de sus palabras, pues había apoyado el pecho sobre la mesada parando las nalgas, le bajé la bombacha haciéndola caer al piso. Era tal mi calentura que del ojo del glande pedía un hilito de líquido seminal sosteniendo la gota que lentamente bajaba. Con una mano separé los cachetes y con la otra moví el miembro separando los labios de la vulva.
- “No preciosa, no te voy a soltar, sería un crimen dejar pasar esta maravillosa oportunidad”.
- “Perverso, te estás aprovechando de mi indefensión; abusás de mi debilidad; seguro que te estás felicitando interiormente por tenerme en esta postura vergonzosa ¡Madre santa, metémela de una vez!”
- “Qué orden maravillosa, ahí va de un golpe”.
- ...