1. Desvirgado por culpa de mi madre y mi padrastro


    Fecha: 24/12/2023, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Aleksander, sí con k, significa Alejandro en polaco aunque todos me llaman simplemente Alex y soy de la ciudad de Puebla en México.
    
    Nunca conocí a mi padre, mi madre trabajaba como secretaria en la planta de Volkswagen y allí conoció al que sería mi padre biológico, se enamoró de un ingeniero de nacionalidad Polaca de nombre Piotr Aleksander, el cual se regresó a Europa, abandonando a mi madre embarazada y nunca más supo de él.
    
    No sé más de mi padre, ni me interesa, mi madre se encargó de darme todo lo que necesitaba, todo el tiempo que tenía libre lo dedicó en mi educación y cuidado, con esmero y amor, a costa de su vida propia, a pesar de ser una mujer muy atractiva no recuerdo en mi niñez que saliera con algún hombre, yo era su prioridad y todo en su vida.
    
    Soy rubio, de tez muy blanca, ojos azules, grandes y expresivos, rostro muy fino, algo aniñado, completamente lampiño de pecho, espalda, brazos y nalgas, solamente me crecen unos vellos muy finos y casi imperceptibles en mis piernas, herencia sin duda de mi padre y un poco nalgoncito, lo cual seguramente es herencia de mi madre, ya que ella tiene un bonito trasero, el cual siempre llamaba la atención y recibía algunos piropos cuando caminábamos por la calle, lo que me hacía enojar un poco. Se podría decir que desde muy niño fui muy atractivo y siempre llamé la atención de las niñas aunque en ocasiones observaba que también algunos chicos y hombres mayores se me quedaban viendo, lo que me resultaba ...
    ... extraño y perturbador.
    
    Cuando estaba en el último año de secundaria mi madre empezó a salir con un hombre maduro, de aproximadamente 45 años, llamado Vicente, pero todos le conocían simplemente como Chente, alto, como de 1.80 y robusto, con algo de panza, no era precisamente muy guapo, pero era un muy buen hombre, fue el primer novio que le conocí, y me cayó bien, era respetuoso y cordial y trataba muy bien a mi mamá, así que no puse ninguna objeción a su noviazgo, creo que mi madre merecía ser feliz, después de haber dedicado su vida a mi cuidado, Don Chente era viudo, su esposa había muerto hacía algunos años de una rara enfermedad y lo había dejado con un hijo 3 años mayor que yo, al poco tiempo se casaron y nos fuimos a vivir a su casa.
    
    El problema fue que vivía en una pequeña casa de interés social, lo cual no me importaba, ya que siempre habíamos rentado pequeños departamentos, pero solamente tenía dos recámaras, por lo que tenía que compartir recámara con mi hermanastro de nombre Carlos.
    
    Carlos era un chico alto, de aproximadamente 1.80 m de altura, la misma estatura de su padre, moreno claro, cuerpo atlético, no demasiado, pelo castaño oscuro y lacio, ojos cafés, estaba en el último año de preparatoria y tal vez por la falta de una madre, se había vuelto un chico rebelde, que le causaba muchos dolores de cabeza a Don Chente, el tener que compartir su recámara, no le agradó mucho, y fue un poco distante y cortante conmigo al inicio.
    
    El problema con muchas ...
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