1. Doña María, mi abuela adoptiva


    Fecha: 28/12/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Macarra777, Fuente: CuentoRelatos

    ... ayuda usted
    
    Ella: Cómo creés, estás muy jovencito y yo muy vieja para tí.
    
    Yo: no había dicho que no había nadie que le hiciera el favor, ándele yo se lo hago, pero ayúdeme.
    
    Ella: no muchacho cómo crees, y si se enteran los vecinos.
    
    Yo: nadie se va enterar, estamos solos y nadie me vió pasar, por favor vamos a ayudarnos.
    
    Procedí a sacar mi verga, que si bien no es tan grande, es un tamaño promedio pero si algo gruesa, ella quedó sorprendida y entre dudas la tomo y me empezó a masturbar, por fin mi sueño se hacía realidad.
    
    Yo: uff que rico doña, métasela en la boca
    
    Ella: Ay muchacho, tengo mucho sin hacer eso.
    
    Yo: ándele no sea mala
    
    Y así lo hizo comenzó a mamarme la verga cómo toda una experta, como si la hubiera mamado muchas veces, no sabía si aquellos dichos de mi rentera fueran ciertos pero lo estaba gozando como no tienen idea.
    
    Una vez se levantó, me quité la camiseta y el short para quedar desnudo, y comencé a besar su cuello en lo que quitaba aquella ropa que le estorbaba, una blusa y una falda larga hasta las rodillas terminaron en el suelo, después su brasier que dejó ver aquellas tetas caídas que guardaba y que sin pensarlo comenzó a chupar como becerro queriendo sacar leche de ahí, después procedí a meter mi verga entre esas dos tetas para hacer una rusa, mientras Doña María sujetaba fuerte mis nalgas y me veía con una cara de puta, una vez ya cansado de hacer eso, le quite las medias que también terminaron en el suelo y vi debajo unos ...
    ... calzones rojos, iguales a los que le robé y que por varias noches fueron mi desquite pensando en ella, los bajé y se veía una jungla de pelos los cuáles hice a un lado para comenzar a mamar su vagina vieja y arrugada, mientras solo se escuchaban gemidos y repetidos "así muchacho, así muchacho" mientras acariciaba mi pelo.
    
    La quise poner en cuatro pero me decía que sus rodillas no la dejaban, así que la coloqué boca abajo y acomode las dos almohadas se su cama bajo su vientre para levantarla poquito, una vez ahí, lubrique con saliva mi verga y su vagina, la penetre y comenzamos una conversación muy caliente mientras la penetraba y se escuchaba gemidos y pujidos entre frases.
    
    Yo: Ay Doñita, no sabe cómo le tenía ganas
    
    Ella: Ay muchacho, yo también no sabía cuándo te ibas a animar a pedirme las nalgas.
    
    Yo: entonces es cierto lo que me dijeron
    
    Ella: Que cosa.
    
    Yo: que es bien putita y le gusta que los jóvenes vengan a su casa a cogérsela.
    
    Ella: Quien te dijo eso?
    
    Yo: mi rentera, ella me dijo
    
    Ella: Está celosa porque a mí si me surten de verga seguido, pero también es bien puta ella, dile que le pagas un mes a metidas de pito y vas a ver cómo no se te va a negar.
    
    Yo: Yo nomás quiero coger con usted, tienes unas nalgas muy ricas y grandes.
    
    Ella: te las doy cuando tú quieras, ahora ya no te voy a pedir favores, te voy a pedir verga.
    
    Yo: me parece perfecto
    
    Así seguimos en esa posición por varios minutos, ya que por sus rodillas no podíamos hacer ...