Fábrica de fantasías frustrada
Fecha: 11/01/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... copas de su top, además de toda la circunferencia de las bragas en su cintura.
Se veía en su cara, el reflejo de la satisfacción y el deseo que se incrementaba en cada nuevo billete que era introducido en su lencería.
A pesar de que la vecina estaba ya francamente caliente y deseosa, tenía listo un plan de emergencia por si las cosas no se daban –hombre precavido vale por dos.
Había comprado un pequeño vibrador, que además de ser muy discreto, tiene la peculiaridad que controlar su velocidad a distancia a través de un teléfono, por lo que me dije:
-Parece que no es necesario pero creo que no le hará daño.
Me acerque a la vecina y le dije al oído:
-¿Me permite colocarle algo vecina?
-No le hará daño, aunque es algo invasivo, dije mientas llevaba mi mano por las bragas sudadas
De inmediato al sentir mi mano dentro de sus bragas ella abrió las piernas, y el coloque de manera por demás sencilla el dispositivo, ella lo recibió con beneplácito, aunque casi se desmaya cuando lo encendí con mi teléfono.
Parece ser que estaba pre configurado a la velocidad máxima, al verles de inmediato trate de moderar la velocidad, llevándola a un estado más adecuado, viendo su rostro, suficiente para ver su cara de satisfacción pero no tanta como para que su cuerpo se doblara de placer.
Una vez establecido el ritmo y de acuerdo a lo previamente ensayado, llegamos a la culminación del evento:
Íbamos a fingir una subasta para tener un privado con la nueva estrella ...
... de baile, esta subasta iba a estar tan reñida y con un precio exorbitante, que la vecina iba a inflar su ego hasta las nubes.
Mientras comenzaba a anunciar el evento, tome el teléfono para avisar al vecino que ya estaba por llegar el momento de su participación.
Mientras comenzaba el aviso, fui seleccionando el contacto del vecino, quedándome helado ante un mensaje de el:
-“Disculpe vecino, me acaban de avisar del trabajo que tengo que salir de urgencia de la ciudad, lo posponemos para otra ocasión”
En mi mente solamente se repetía una frase: ¡En la madre!, ¡En la madre!
Finalmente, no sé si todos los hombres somos así, pero yo, jamás de los jamases voy a aceptar delante de la gente que hice una cagada, por lo que ante mis amigos y la vecina esto iba a continuar con vecino o sin él.
Asi que proseguí con naturalidad, mientras la vecina se retorcía de placer en el tubo, provocado por el penúltimo paso del plan:
-Señores asistentes: hemos llegado al punto culminante de la tarde: como oportunamente fueron avisados realizaremos una subasta pública, donde el mejor postor podrá tener una sesión en privado con nuestra nueva estrella del baile: ¡¡¡KARLA!!!
El público deshacía en aplausos, mientras que yo les indicaba:
-La subasta empezara en 5,000 pesos, aquellos que deseen hacer una oferta levantan la mano y hacen su puja.
-Entonces señores, tenemos 5,000 para empezar, ¿Quién me da 6,000?
-Del fondo del cuarto uno de mis amigos: 6,000
-Tengo 6,000 ...