Fábrica de fantasías frustrada
Fecha: 11/01/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... caballeros ¿quién me ofrece 7,000?
-7,000 ofreció el segundo de mis amigos en un dialogo ya ensayado
-Tengo 7,000 aquí, ¿quién me ofrece más?
-10,000 al caballero del fondo – dije sobre el supuesto lugar que sería ocupado por el vecino-
-13,000 replico uno de mis amigos
En tanto la vecina completamente extasiada se repagaba al tubo, como si fuera una verga de tamaño jumbo, acariciándolo, acercándole las nalgas, poniendo sus tetas alrededor de el, estoy seguro que perfectamente podía escuchar la puja y eso hacía que se encendiera más.
-Tengo 13,000 grite, ¿quién me da 15,000?
-15,000 replico el segundo amigo
-Tengo 15, 000 señores, ¿Quién ofrece más?
-20,000 al caballero del fondo (inexistente)
-Tengo 20,000 caballeros, 20,000 a la una, 20,000 a las 2, 20,000 a las tres, 20,000 al caballero del fondo;
Mientras la bailarina estallaba en un sonoro orgasmo provocado por todas las situaciones revueltas del baile, el vibrador y la subasta.
En tanto que mis amigos salían del cuarto sigilosamente, me acerque a la vecina que yacía en cuclillas, producto del orgasmo recién experimentado, volví a meter mi mano dentro de las bragas y saque el vibrador, inundado en jugos vaginales y lo puse en la mesita de centro.
Ayude a reincorporar a la vecina, que todavía temblaba del orgasmo que aún no terminaba, la lleve con cuidado hacia la cama, la ayude a subirse y la deje a gatas, mientras se recuperaba del huracán en su entrepierna.
Me despoje de ...
... mi ropa lo más rápido que pude y me acerque a ella por detrás, comencé a acariciar sus pies mientras un escalofrió recorría su cuerpo, empecé a recorrer sus pantorrillas mientras ella continuaba lanzando pequeños gemidos entrecortados, pase de un brinco de las pantorrillas a los muslos, que seguí explorando mientras mi mano se desviaba convenientemente a su entrepierna.
Llegue hasta la zona de sus bragas, había ahí una inundación, la lencería estaba completamente anegada y de ella despedía un calor que bien podía quemar al mismo sol.
Aun con los ojos vendados, giro la cara hacia atrás, como si pudiera verme, cosa que no pudo hacer, pero me permito ver a mi un punto de interés: su boca entreabierta por la falta de aire al no recuperarse aun, hizo que desviara mi atención, caminando hacia el frente de su cuerpo.
Me puse de pie frente a ella, dejando mi tronco de carne justo delante de su boca, me acerque aún mas, al sentir el primer roce de mi glande en sus labios abrió la boca desmesuradamente y comenzó a tragar con desesperación.
Parecía que alguien le había dado la instrucción que no podía utilizar las manos, (o tal vez estaba demasiado cansada para usarlas), por lo que comenzó a realizar un movimiento de mecedora hacia adelante y atrás, que le permitía engullir en totalidad mi mástil, par segundos después volverlo a aparecer.
Acompañando su movimiento realizaba un abrir y cerrar de labios que mí hizo pensar:
-Esta vecinita sabe mamar verga, ¿dónde habrá ...