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Mi tía, mi prima y la montaña
Fecha: 15/01/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... es espectacular! Contesté mirando el extenso horizonte que formaba la línea marina. Estaba agarrada a mi brazo y podía sentir una de sus grandes tetas contra mi costado, algo que me impedía apreciar toda la belleza del paisaje. -Vengo a menudo y a veces me pasó una hora admirando el paisaje. -Lo entiendo, creo que yo haría lo mismo. -Me encanta compartirlo contigo! Me dijo dándome un beso en la mejilla más largo de lo que suele ser habitual. -Te diré un secreto! Volvió a decir al separar sus labios. Puso la boca pegada a mi oreja y me susurró. -Algunas veces me desnudo y ando entre los árboles para sentir la brisa que llega del mar! La miré con cara de sorpresa y lo único que se me ocurrió decir fue. -Debe ser estupendo! Mis ojos la veían vestida, pero mi mente ya la había desnudado contemplando ese cuerpo correteando entre los árboles. Noté como mi polla daba un respingo bajo el pantalón y se me ocurrió otra frase. -Por mí no te cortes! Su sonrisa se volvió más pícara. -Bueno, desnuda no, pero si me acompañas podemos hacerlo los dos en ropa interior! Susurró con cara de niña traviesa. Pensé que si me quedaba en calzoncillos se me notaría más el abultamiento que ya había comenzado. -Estás segura que por aquí no viene nadie? -Muy segura! Dijo sacándose la camiseta por la cabeza. Ahora pude ver sus grandes tetas tan solo tapadas por un sujetador color azul claro que las contenía con fuerza. Los pezones se marcaban claramente y ...
... parecían intentar reventar la tela. Me miró con la misma cara de niña traviesa esperando mi respuesta a su acto. De inmediato me quité la camiseta dejando mi torso al aire. Sentí como sus ojos penetrantes me atravesaban a la vez que los míos se comían sus tetas. Se desabrochó el botón del pantalón lentamente esperando que yo lo hiciera a la vez, y así lo hice. Al momento los dos pantalones caían al suelo, dejando ver mis bóxer algo abultados, y sus preciosas braguitas azules a juego con el sujetador. -A ver si me pillas! Jajaja! Comenzó a corretear entre los árboles cercanos al claro como si fuera una niña pequeña. Sin pensármelo salí tras ella como un depredador tras su presa. Podía ver su culo duro bailando a cada saltito que daba y mi polla se endurecía más por momentos. Al poco la agarré por la cintura, aunque creo que se dejó atrapar pues en ese medio era más hábil que yo. Se dejó rodear por mis brazos hasta pegar mi pecho a su espalda. -Te cogí! Le susurré al oído pegado a su espalda, restregando mi polla contra su duro culo. -Jajaja, el león ha pillado a la gacela. Y ahora que hará, se la comerá? Dijo poniendo sus manos sobre las mías cruzadas en su vientre. La pregunta había sido demasiado directa, al menos eso pensaba yo, y decidí dar un primer paso. -La probaré, a ver si me gusta el sabor de su carne! Le besé un lado del cuello con los labios y noté como movía la cabeza hacia el otro lado para dejarme espacio. Volví a posar los labios y ahora ...