1. Mi tía, mi prima y la montaña


    Fecha: 15/01/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi lengua recorrió una buena parte dejando la piel húmeda a su paso.
    
    -Te gusta el sabor de la gacela? Susurró moviendo su hermoso culo para sentir la dureza que se había generado bajo mis bóxer.
    
    -Me está empezando a gustar! Susurré subiendo las manos hasta sus grandes tetas. Las presioné hundiendo los dedos y sentí su carne dura mientras pasaba mi boca hacia el otro lado de su cuello. Mi lengua lo recorrió con lentitud, saboreando cada centímetro de su piel tersa.
    
    -Ummm, primo… me está gustando más este sitio que cuando vengo sola!
    
    Comenzó a girar su cuerpo hasta quedarse frente a mi. Su boca entreabierta se quedó a escasos centímetros de la mía y pude sentir su aliento cálido envolviendo mis labios. Los acerqué a los suyos y los besé con suavidad. Los despegue para mirarla a los ojos, unos ojos que me miraban con deseo. Se abrazó a mi cuello y yo a su cintura para besarnos de nuevo. Ahora fue un beso largo y húmedo, paladeando el interior de nuestras bocas. Bajé las manos hasta su culo y hundí mis dedos en él apretándolo contra mi cuerpo. Ella presionó las tetas contra mi pecho al sentir la dureza de mis bóxer entre sus piernas y acabamos devorándonos las bocas y mordisqueándonos los labios. Ella no dudó en bajar una mano hasta llegar a los bóxer y tocar mi polla a través de la tela.
    
    -Ufff, como está esto!
    
    Susurró mirándome a los ojos, y volvió a devorarme la boca a la vez que metía la mano dentro de los bóxer para agarrar todo el tronco duro que se ...
    ... había formado.
    
    Yo subí una mano para manosear sus grandes tetas mientras con la otra palpaba su duro culo. Su fogosidad había penetrado mi mente haciendo que mi cuerpo ardiera como el fuego.
    
    -Como me alegro de que hayas venido, primo! Me susurró contra mis labios sin dejar de manosear mi polla.
    
    El sol ya había caído tras el horizonte y ya solo pensaba en tirarla contra la hierba y comérmela entera cuando soltó mi polla y me dijo con cara de pilla.
    
    -Se hace tarde primo y tenemos que regresar, pero mañana tendremos más tiempo!
    
    Me quedé pasmado con la polla erecta como un mástil reventando mis carboncillos.
    
    -Vamos, vístete que oscurece muy deprisa y no quiero bajar por este camino de noche!
    
    Me puse la camiseta y los pantalones intentando no partirme la polla y bajamos hasta el coche casi sin hablar. Cuando montamos me dio un beso rápido sobre los labios con una sonrisa algo perversa.
    
    -Hoy no estaba preparada para esto, pero creo que lo vamos a pasar muy bien!
    
    Yo me había quedado mudo intentando entender lo que había pasado.” ¿Sería mi prima una calientapollas?” Fue lo primero que se me vino a la cabeza.
    
    Cuando llegamos ya se había hecho de noche, en eso llevaba razón, y mi tía la reprendió suavemente.
    
    -Llegáis tarde! Sabes que no me gusta que conduzcas de noche por esos caminos!
    
    -Lo sé mamá, pero es que hemos subido muy tarde y no lo he podido evitar!
    
    -Ya está la cena! Te ha gustado el sitio Gustavo?
    
    -Llámame Gus tía, y si, en un sitio ...
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