1. Mi tía, mi prima y la montaña


    Fecha: 15/01/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... te dejan?
    
    Era una pregunta normal, y la respuesta era simple, aunque no tanto para contárselo a tu tía. Bueno, llegados a ese punto, sentados en el jardín de su casa y enseñándome las bragas en la penumbra, por qué no decirle la verdad.
    
    -Verás tía, soy muy activo sexualmente y claro, llega un momento en el que ya no aguantan!
    
    Fue una frase contundente, pues vi como su cara cambiaba de una forma que no sabría definir.
    
    -Ah, si? Y… necesitas… mucho… sexo?
    
    Preguntó con cierta ironía mientras abría más las piernas dejándome ver sus bragas claramente.
    
    La hermana de tu madre no suele hacerte esas preguntas, pero claro, tampoco te enseña las bragas. Ambas cosas me estaban produciendo un tremendo morbo que afectaba al tamaño de mi polla, vamos, que tenía el pantalón a punto de estallar.
    
    Ya no me corté y le respondí pasando la mano por encima del bulto que se me había creado.
    
    -Pues más de lo que puedas imaginar!
    
    Su cara pareció iluminarse ante mi respuesta y no me corté en preguntarle.
    
    -Y tú?
    
    Ella sonrió con la misma ironía que mantenía desde el inicio, y su respuesta fue evasiva.
    
    -No te revelaré mis secretos el primer día de tu estancia, jajaja!
    
    Rió tras su respuesta. Dio otro buen trago acabando el whisky mientras controlaba mi mirada que no paraba de subir y bajar dividiéndose entre el canalillo que formaban sus tetas y las bragas. La conversación se había quedado en un punto muerto y yo no sabía cómo seguir. Había adoptado una postura que ...
    ... mantenía mi vista tan ocupada y mi mente era incapaz de seguir una conversación. Fue mi tía la que cambió el tema después de que apareciera la luna tras una de las montañas.
    
    -Sabes algo que hecho de menos, dar un paseo bajo la luz de la luna con una buena compañía!
    
    -Te parezco una buena compañía?
    
    Contesté de inmediato. Ella volvió a sonreír con esa ironía que se dibujaba en sus labios.
    
    -Es posible, pero habrá que probarlo!
    
    Dijo levantándose de la silla. Yo hice lo mismo y ella levantó un brazo para que me pusiera a su lado. Lo hice pasando mi brazo por su cuello a la vez que ella rodeaba mi cintura. Comenzamos a caminar rodeando la casa para acceder a la parte trasera donde daba la habitación de Laura.
    
    -No despertaremos a Laura caminando por aquí?
    
    Susurré a su oído para acabar dándole un fugaz beso en el cuello para ver si reacción. No se inmutó, tan solo giró la cabeza para susurrar a mi oído.
    
    -Esto es bastante grande y nos alejaremos lo suficiente para que no nos oiga!
    
    -Cuando acabó la frase me beso en el cuello como había hecho yo, pero su beso fue algo más largo y húmedo. Nuestros cuerpos se pegaron más y los dedos de la mano que rodeaban su cuello rozaban la parte alta de sus tetas. Habíamos caminado unos cien metros y los frondosos árboles ya no dejaban ver la casa. En un pequeño claro apareció un banco.
    
    -Mira, en este banco me siento algunas noches sola para ver la luna y las estrellas!
    
    Me susurró a la vez que nos sentábamos.
    
    -Pero hoy ...
«12...678...»