1. LAS MUJERES DE PAPA 4


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... era a Beatriz a quien me cogía. Su cuerpo flaco moviéndose en forma de remolino, su vulva jugosa mordisqueando mi pene, apretándolo como si me ordeñara. Su vagina dándome la bienvenida, recibiendo mis más de 17 cm, sus manos acariciando mis espalda, su boca susurrándome al oído cuán rico sentía. Incluso pude escuchar sus gemidos, su aroma llenando la habitación. Tenía empalada a Lily pero mi mente se cogía a mi otra hermana, mis manos sostenían las caderas de la menor pero yo sentía que tenía hasta el tope a Bea, mi flaca hermanita a la que hacia más de 5 años me había halado hacia si cuando yo miedoso quise quitarle la verga del chocho cuando la sentí excitada. Hoy quería follarla, que importaba que sólo fuese mi imaginación y ella estuviera a escasos metros talvez masturbándose. Los gemidos de placer de Lily habían pasado a intensos pujidos, yo igual jadeaba. Me faltaba el aire, la culeaba mas fuerte, la cama parecía haber perdido el ritmo y ahora rechinaba como si viviéramos un terremoto. Sabía que iba acabar y sin avisarle a mi hermana se la saque para luego tirarme de espaldas en la cama y ahora fuese ella quien me cabalgara. Todo fue tan rápido, tan preciso y ahí estaba Lily acomodándose la polla entre los labios vaginales y de una se sentó hasta casi caer sentada sobre mi. Mis manos la rodearon por la cintura, quería marcarle el ritmo. Ella bajaba y yo empujaba hacia arriba pudiendo sentir como la cabeza de mi verga le llegaba hasta lo más profundo, sus paredes ...
    ... vaginales estaban calientes y rasposas. No había más niños ahora, follabanos como lo harían los más degenerados amantes, el culo de Lily bajando y subiendo, mi polla enterrándose una y otra vez. Mi flaco cuerpo estaba al borde del colapso, mi mente sólo deseaba acabar. Que me importaba que pudiera ver como Beatriz se quitaba de una vez la colcha y sin reserva alguna se masturbara viendo nuestras siluetas en la oscuridad. Quedó con las piernas tan abiertas como pudo, no podía ver su mano pero imaginaba que se estregaba fuertemente el chocho, quizá incluso se metiera los dedos, talvez uno o quizá todos porque era tragona. Todos gemíamos, Lily de sobremanera. Yo abajo resoplando y empujándosela lo más que podía. Beatriz no dejaba de emitir aquel aaaaahhh ahhhh ahhhh ahhhh quizá deseando la polla que se comía su hermana. Todo pareció no importarnos, abrazado a Lily le di la última embestida y pude sentir su vulva descargándose, mi verga convulsionando para luego empezar a botar chorro tras chorro dentro de ella, quien se dejó caer sobre mi pecho mientras me apretaba como si me quisiera agradecer algo. Su culo ahora se movía lentamente de lado como si con ello degustara por última vez lo que acaba de comerse. Beatriz también había acabado, respiraba cansada ya sin ocultar lo que hacia. Los tres guardábamos silencio, siendo ahora cuando pudimos escuchar al otro lado de la pared. YA DEJEN DE ESTAR COGIENDO CALENTONES. Serían media noche, las 12 talvez. Afuera en el patio de la vecindad se ...
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