Descubriendo mi bisexualidad en casa
Fecha: 19/01/2024,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Luizzito, Fuente: CuentoRelatos
... cachetero hasta los tobillos, tomó su pene en total erección y lentamente lo acercó a Pamela.
-No amor, es Carlita quien anhela tu cosito, anda enséñale a ser mujer.
-Por favor Oscar dámelo, que lo tuyo es… hermoso, me enloquece, lo alucino desde la primera vez que lo admiré en las regaderas del Puerto, lo recuerdas?
-Como olvidarlo yo también me sentí atraído por tu sensual y delicado cuerpo pero sobre todo, esas nalgas, no me negarás Pam que son dignas contendientes.
-Y virginales Oscar, no lo olvides.
-Ven cosita rica, acércate.
Y tomándome de la mano, me atrajo para palpar mi erección, girándome, lamiendo mi espalda, bajando hasta mis glúteos, besándolos tiernamente como presagiando el tormento que vivirían.
-Qué hago?
-Solo déjate llevar y has caso a tus impulsos, ven cosita rica.
Así de espalda como me tenía, puso su mano en mi nuca bajándola para poner mis nalgas al aire, de repente se escuchó una melodía suave que invitaba a la seducción; Pam se retiró sin que nos percatáramos, ocultándose tras la cortina transparente que separaba la sala de la cálida terracita, postrándose en el reposet, liberando su deliciosa vulva de esa sexi braguita y disponiéndose a disfrutar de una candente y morbosa escena; así, totalmente desnuda, se dispuso a perder sus traviesos dedos donde la pasión se anidaba.
En ese momento Rebe, yo estaba comprometido totalmente con mi papel de chica inexperta y sumisa en espera de un debut que, ahora lo sé, deseé toda la ...
... vida.
Cuando nos percatamos que Pam se deleitaba masturbándose, él me tomo de la cintura meciéndome al compás de la melodía mientras lentamente acomodaba su verga entre mis nalgas y, utilizando el lubricante que de él emanaba, la pasó cuan larga era sobre mi ano que rogaba por ser poseído; así, sin dejar de martirizarme con sus movimientos, aumentó el morbo al buscar mi pene que para ese momento ya escurría lubricante en abundancia, lo tomo y embarrando sus dedos, comenzó a introducirlos en mi apretado anito, deslizándolos alrededor buscando vencer la resistencia primero con uno, luego dos dedos perdiéndose en lo más cálido de mi ser mientras yo moría de placer; la música cesó y mientras yo, por entre mis piernas y en la posición que me encontraba, tomé su verga enfilándola lentamente hacia mi agujerito; una vez que hicimos contacto piel con piel, comencé a pasarla suavemente por todo mi sensible anito disfrutando su textura, él solo cerró los ojos y comenzó a empujar acompasadamente, al sentir que poco a poco iba cediendo ante la fuerza ejercida, separé mis nalgas con ambas manos facilitando mi iniciación, cuando de golpe sentí cómo mi hoyito posterior cedió así, sin dolor, y sí, con una mezcla de placer y calor que me recorría el cuerpo, anhelando recibir esa lava ardiente que inundara impetuosa mi cavidad virginal, solté un suspiro ahogado que llegó a los confines de la tierra, era lo más rico que había probado mi cuerpo, era como si me incendiara de placer al grado de ...