1. Las notas de la vecina de arriba


    Fecha: 20/01/2024, Categorías: Hetero Autor: erogeno, Fuente: CuentoRelatos

    El edificio en el que vivía en Belgrano era relativamente nuevo y tenía dos departamentos por piso, todos de una habitación, por lo que la mayoría de los que vivíamos ahí éramos solteros o parejas jóvenes. Como eran pocos departamentos, era muy raro cruzarme con alguien en el ascensor y tampoco conocía a mucha gente, más que mi vecino de piso y, de vista, a algún que otro vecino de otros pisos.
    
    Entre esa gente que pocas veces veía, tenía identificada a una chica que vivía en el departamento que estaba justo arriba mío, que me parecía bastante atractiva, pero con quién nunca cruzamos palabra. Joven, rubia de pelo por los hombros, buen cuerpo, buenos pechos, sonrisa amplia.
    
    Una noche llego con una amiga a casa, con quien de vez en cuando, si andábamos con ganas de pasarla bien, nos juntábamos a pasar la noche. Algo que me gustaba de esta amiga es que hablaba fuerte y era bastante ruidosa en sus gemidos y sobre todo en sus orgasmos, cosa que me vuela la cabeza. Esa noche, para variar, estuvimos haciendo bastante ruido, con la ventana abierta (por el calor de ese verano) y hasta bien tarde en la madrugada.
    
    Nada de esto es raro, pero lo diferente es que esta vez, al salir a desayunar afuera a la mañana, me encuentro con una nota en la puerta. La nota decía:
    
    “Estimado vecino: por favor, mantené los ruidos o más bajos o no tan tarde. ¡No a todos les gusta escuchar tanto gemido de tus chicas a la noche!
    
    -Tu vecina de arriba”
    
    Una sensación entre vergüenza y ...
    ... excitación se apoderaron de mí. Por un lado, sentía que toda posibilidad de acercarme a ella iba a tener ese freno de por medio, pero, por otro lado, me calentaba saber que ella había estado escuchándome toda la noche.
    
    Pasaron un par de días y todo volvió a la normalidad, hasta que un jueves por la noche, curiosamente, coincidimos en el ascensor. Ella venía acompañada por un tipo cualquiera y yo me sonreí al entrar con ellos.
    
    —Vas al 5º piso, ¿no?
    
    —Si —responde ella.
    
    —Yo voy al 4º
    
    —Ah...
    
    Aprieto los botones y me quedo mirando al frente con una sonrisa. En ese momento, ella se dio cuenta que era yo a quién le había puesto la nota la otra vez. Moría por ver su cara, pero prefería mirar para adelante y no cruzar mirada. Me bajo y me despido, ellos siguen al 5º piso... escucho su puerta cerrar. Me abro una botella de vino y me pongo a ver una película en el sofá, olvidándome de la situación. A la hora de acostarme, me estoy cepillando los dientes y escucho, en el silencio de la noche, gemidos y movimientos de cama. Prestando atención, veo que es mi vecina de arriba, usando al pobre chico ese como un ariete sobre el cual moverse.
    
    La situación me calienta y al meterme en la cama, sobre el acolchado, empiezo a masturbarme escuchando sus gemidos y ruidos, extrañamente, más fuertes de lo usual. La escucho gemir y la pienso moviéndose, cabalgando... siento el ruido de los pies de su cama deslizándose por la habitación. Mis manos se mueven al mismo ritmo, masturbándome ...
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