1. Superando mis traumas


    Fecha: 29/01/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Siempre fui una niña muy miedosa, tímida y retraída, hablaba poco con quien acababa de conocer, me era sumamente complicado entablar relaciones nuevas, conforme crecía, esto se agudizaba, pasaba por momentos muy difíciles en la escuela y en los empleos, momentos de ansiedad y pánico que me costó mucho logar vencer. Por lo mismo no tenía novio y a mis más de 30 años todas mis relaciones románticas habían fracasado gracias a que me era casi imposible abrirme emocionalmente y entregarme a ese sentimiento. No diré que no tuve relaciones sexuales, lo llegue a hacer, pero eran frías distantes e insatisfactorias, porque no lograba alcanzar el clímax por mis temores. Así que mis parejas (2) me dejaron, puesto que jamás pude entregarme de la manera que ellos querían.
    
    En una ocasión, navegando por la red, encontré un anuncio que me llamó mucho la atención, era de una pareja que se anunciaba como coaching sexual, por el aviso parecían ser profesionales, ya que en la descripción aparecían como terapeutas. Pensé que no perdía nada en probar con apoyo profesional el superar mis traumas y miedos que me impedían disfrutar plenamente de mi sexualidad. Así que llamé e hice cita.
    
    El día de la cita no podía estar más ansiosa y llena de miedo, dudé tanto en asistir, pero me armé de valor y fui, estando en las puertas del ascensor sentía el impulso de salir corriendo y regresarme, cuando estaba por darme la vuelta, las puertas del elevador se abrieron y me obligué a subir. Era en el último ...
    ... piso del edificio, por cierto, muy elegante y modernista.
    
    Llegue por fin al piso 20, una travesía que me pareció eterna, paraba en casi todos los pisos y gente entraba y salía, vestidos muy formales, muy educados saludaban al entrar y al descender se despedían y yo apenas con voz audible respondía tímidamente. Cuando llegue a la puerta del despacho señalado temblaba como una gelatina, presione un botón de un intercomunicador, con esa misma voz tímida dije mi nombre y que tenía cita, se oyó un timbre agudo y la voz del otro lado me pidió que empujara la puerta y así lo hice.
    
    Al entrar era como un consultorio más, una recepción donde una mujer joven, alrededor de unos 30 años me recibió, me pidió que tomara asiento y que en un momento me atenderían. Esperé como 10 minutos, que en lo personal sentí que fue una eternidad.
    
    Por fin, salió un hombre a recibirme, si estaba temerosa, con ese hombre frente a mí, me sentí totalmente cohibida, podría describirlo como el hombre más hermoso sobre la tierra, muy alto, quizá medía 1metro 90cm, piel morena, rostro cuadrado con una barba perfectamente delineada y espesa, ojos grandes, marrón enmarcados por pestañas tupidas y rizadas, su cabello perfectamente peinado hacia atrás. Debajo de aquella camisa se dibujaba un cuerpo atlético, una espalda ancha, brazos y pernas fuertes. El hombre era todo un agasajo para la vista y cuando habló sentí un golpe en el estómago con esa voz ronca y profunda.
    
    Amablemente me invitó a pasar y yo ...
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