Superando mis traumas
Fecha: 29/01/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tratamiento.
Terminando de decir eso, su recepcionista salió de detrás de un biombo llevando puesto solamente una diminuta bata transparente, donde dejaba ver todo su cuerpo, yo me quedé atónita, completamente confundida, pues aún con la iluminación tan tenue se podía aprecia perfectamente su desnudez y la perfección de su cuerpo. Se acercó al terapeuta y lentamente le desabrocho la camisa mientras le besaba el cuello, mi respiración era entrecortada, sentía que estaba teniendo un sueño húmedo, que eso que veía no era real, mientras ella le quitaba la camisa y seguía besando su cuello y ahora sus enormes y musculosos pectorales, después los pantalones, quito el cinto, bajo la cremallera del pantalón y éste calló dejando ver su ropa interior ajustada a sus gloriosos glúteos y a un enorme bulto en la entrepierna que al momento de quedar expuesto ella comenzó a acariciar lentamente por encima de la ropa interior y el también metía las manos debajo de la delgada bata y apretaba sus nalgas con esas enormes y morenas manos que contrastaban con la blancura de la piel de ella. De un tirón bajo la ropa interior de él y me quede en shock cuando vi las dimensiones de su entrepierna, jamás en mi vida pensé que pudiera existir en la vida real un miembro de ese tamaño. El volteaba a verme fijamente, yo sentía que me consumía, empecé a sentir unas cosquillas en mi vagina que jamás había sentido y por un momento pensé que me estaba orinando porque sentía como me mojaba de ahí. Cuando ...
... ella se puso en cuclillas y empezó a engullir el falo de él contuve la respiración, no podía creer como devoraba ese trozo de carne mientras el hacía lo posible por no quitarme la vista de encima, yo estaba atenta a la felación pero podía sentir su mirada sobre mí, de pronto él la puso de pie y prácticamente le arrancó la diminuta bata dejándola completamente expuesta, la paro delante de mío y él detrás de ella, pasó sus manos por debajo de los brazos de ella y comenzó a acariciar delicadamente sus redondos y perfectos senos y con el dedo medio rozaba los pezones en pequeños círculos y se veía como se levantaban, luego bajo sus manos a sus caderas y poco a poco las fue resbalando a la pelvis hasta llegar a su perfectamente bien depilado coño, para mi sorpresa ella subió una de sus piernas al brazo del sillón donde estaba y me dejo ver su labios vaginales, y él tomo con sus dedos los labios mayores y los separó dejándome ver su perfecta vulva que escurría, como sentía yo la mía, yo sentía que mi corazón se iba a detener en cualquier instante, atónita contemplaba su coño, cuando con el dedo medio derecho comenzó a tocarla, me dijo acércate y observa bien, te voy a mostrar un clítoris. Con muchos nervios, pero con más curiosidad me acerque y la abría diciéndome que si veía bien, a lo cual solo asentía con la cabeza que sí. Y lo vi ese pequeño órgano, apenas sobresalía de un discreto capuchón de piel rosada, el cual recorría delicadamente y que al parecer ella disfrutaba mucho pues ...