1. Alimentando un inmigrante con mis senos lactantes y enormes


    Fecha: 02/02/2024, Categorías: Sexo Oral Autor: dradelsexo, Fuente: CuentoRelatos

    ... curiosidad.
    
    -Nada cariño, ven y ayúdame.
    
    Despertó una ternura en mí y quise darle algo que fuera inolvidable para él, que le diera ánimos para seguir con su viaje cuesta arriba; así que rápido se me ocurrió una idea plagada de erotismo. Ya que le faltaba muy poco para terminar en el patio, le dije que cuando terminara subiera a la segunda planta de la casa, porque tenía otro par de tareas para él. Sin darme cuenta por poco y se me pasaba la hora de comida de la niña, me senté en la mecedora que estaba en su habitación. La coloqué sobre mi regazo y le ofrecí mi gigantesca glándula mamaria. La sentía tan llena que necesitaba que ella comiera para sentir ese alivio al liberar toda esa presión por la leche acumulada.
    
    Cuando alimentaba a mi niña el subió las escaleras. Fijo su mirada en mi busto por un momento, hipnotizado por la imagen maternal. Discúlpeme señora -dijo muy apenado volteando su rostro a otro lado-. Le dije que no se preocupara, dar pecho era lo más natural del mundo y es algo que cualquiera podía ver. En ese momento mi niña quedo rendida después de comer y la puse en su cuna a dormir. Encendí su monitor y cerré la puerta para dejarla dormir tranquila. Lo lleve conmigo a el cuarto de baño y le indique la falla en el cuarto de baño, la regadera estaba algo tapada y como estaba muy alta no podía desatornillarla. Mientras lo hacia el no quitaba la mirada de mi escote, lo veía fijamente como un halcón a su presa. Yo lo noté y quise ponerlo nervioso.
    
    - ¿Qué ...
    ... pasa cariño, tengo algo en el vestido?
    
    -No… es solo que… parece estar goteando.
    
    -Hay perdón, a veces pasa después de que alimento a mi niña, parece que aún están demasiado llenas, me duelen un poco.
    
    - ¿Necesita que le dé un poco de tiempo en privado?
    
    -No como crees, mejor ayúdame y pásame esas bombas que están ahí.
    
    El de inmediato lo hizo. Ahí es donde pensé en aprovecharme un poco de su inocencia y provocarlo un poco más. Estas bombas las uso para exprimir la leche cuando aún tengo demasiada en mi pecho, pero la manija es muy dura y no puedo hacerlo mientras sostengo mis pechos porque son demasiado grande y debo sostenerlos para que no se mueva -dije viéndolo fijamente-. Le dije que normalmente me ayudaba a hacerlo uno de mis hijos, pero como estaba sola pues no había nadie que pudiera ayudarme excepto el. Estaba en extremo tímido y renuente, pero después de unos minutos y mintiéndole un poco acerca del dolor el accedió. Solo debes aplanar ambas manijas y comenzara a salir la leche -dije tomándole de las manos-. Gracias por hacer esto -añadí-. El comenzó a bombear y los recipientes se llenaban rápidamente. La succión estimulaba mis pezones de una manera abrumadora y más por el hecho de que él lo estuviera haciendo. Trataba de no mirar mis senos expuestos, pero la tentación era demasiada. Gemidos casi silentes se escaparon de mis labios. El ya no disimulaba su mirada llena de lujuria, las hormonas dentro de él le demandaban hacer algo, su hombría le gritaba el ...