1. Enculando a mi novia en cama de su amante


    Fecha: 08/02/2024, Categorías: Anal Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... poniendo un poco más de lubricante, inserté dos dedos, Adriana se retorcía de gozo, suspiraba y gemía levemente, pronto sentí su colita flojita y que mis dedos entraban y salían fácilmente de su orificio.
    
    -Ya estás lista amor, tu colita esta abiertita, estás lista para recibirme- le anuncié.
    
    Apoyé mi verga en su esfínter y presioné, firme pero suave, lentamente introduje la cabeza, Adriana dio un gemido y su cuerpo se tensó un poco, así que esperé que se relajara, disfrutando los espasmos de su culito, que se contraía apretando suavemente mi verga, cuando sentí que se relajó un poco, continué avanzando, lentamente hasta que se la metí hasta la mitad, me detuve nuevamente y empecé con un mete y saca, lento y delicado, escuché como poco a poco empezaba a gemir, y doblaba más la cintura, arqueando la espalda, era evidente que quería más y empujé el resto de mi verga hasta empalarla completamente, chocando mis huevos contra sus nalgas.
    
    -Listo amor, ya te empalé hasta los huevos, cada vez te entra más fácil, ¿te gusta?
    
    -Me vuelves loca Ariel, que rico, me siento tan llena y el lubricante me hace sentir la colita tan sensible, tan caliente, puro placer, nada de dolor, me encantaaa
    
    La tomé de las nalgas y empecé a embestirla con mayor intensidad, embestidas lentas y profundas, me encantaba ver como mi verga entraba dentro del culo de Adriana, como desaparecía centímetro a centímetro, y como gemía como puta, el lubricante también afectaba a mi verga y también la sentía ...
    ... más caliente y sensible, mil sensaciones recorrían mi columna vertebral y llegaban a mi cerebro.
    
    Y empezó a culear, cada vez que se la metía ella empujaba su culo hasta que se ensartaba completamente y mis huevos rebotaban en sus nalgas, eso fue demasiado para mí, sentí que en cualquier momento me correría, pero quería que nos corriéramos juntos, así que busqué con mi mano su clítoris y empecé a masajearlo al tiempo que la seguía empalando, empezó a retorcerse y mi cuerpo se retorcía a su ritmo, nuestros cuerpos temblaban, oleadas de placer recorrían nuestros cuerpos y gemíamos, aullábamos de placer, ya no pude más y mi verga se expandió y empezó a lanzar chorros de esperma ardiente dentro de sus entrañas, chorros y chorros de leche, hasta que caí rendido sobre su cuerpo sudoroso, sentía los espasmos de sus paredes internas ordeñándome la verga, extrayendo toda la leche de mis huevos, hasta la última gota, poco a poco los espasmos fueron disminuyendo de intensidad y mi verga perdiendo firmeza.
    
    Fuimos recuperando el aliento y me tumbé a un lado de Adriana al tiempo que la abrazaba,
    
    -Gracias amor, le dije, fue maravilloso, eres fantástica, me has hecho gozar como nunca- le dije
    
    -Si amor, fue riquísimo, me gustó todo, tu cogida, el lubricante, y sobre todo lamer tu colita, ja ja, pensé que te resistirías o dirías algo, pero vi que te encantó- respondió Adriana,
    
    -Ja, ja, es que fue delicioso, nunca pensé que se pudiera sentir tanto placer por esa parte, ja, ja, me ...
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