1. El obrero y el policía...


    Fecha: 16/10/2018, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... momento para levantarme a pesar de mi culo dolorido. Le miré a los ojos. Había despertado a un hombre bruto y salvaje, pero tras la eyaculación volvía a ser el hombre tierno que era, pero confuso. Le besé en los labios y él tardó en reaccionar. Le mordisqueé el labio inferior y no se resistió. Compartimos el aliento. Al medio minuto se separó de mí sin empujarme. Me dio la vuelta y me abrió las esposas. Se marchó de allí con el torso brillante y sudoroso al descubierto, andando a horcajadas, con el culo dolorido, pero la cabeza bien alta. Mirándole por detrás, tras destrozar mi hombría y con su propia masculinidad resurgida de sus cenizas, más fuerte y experimentada, ahora parecía un verdadero guerrero.Salí a mirar desde el primer piso hacia abajo, donde el policía ya se había vestido y estaba cogiendo su coche. Le silbé y me miró desde abajo, a tiempo para ver como me pajeaba y regalaba mi leche al viento. Su cara enrojeció de ira y se marchó.Mi historia con el policía no acabó aquí. La semana siguiente se volvió a presentar en la obra. Esperó que todo el mundo se hubiera ido y luego me golpeó un par de veces en las tripas. Me violó como a un perro, me llenó las tripas de leche y luego se marchó. Esto lo hizo un par de veces, siempre con fuerza, con crueldad, con orgasmos empapados de ira y sin decir una palabra. A la tercera semana volvió y me violó sin la paliza previa, pero al acabar, mientras yo descansaba con el culo rebosante de su leche, se quedó mirando mi erección ...
    ... bestial. En su cara pude leer un sentimiento de deuda. Agarró mi polla, me la sacudió un par de minutos, lo que tardé en correrme.Poco a poco fue presentándose con más frecuencia. Se volvió más sibarita, y yo le recibía con una sonrisa para mamársela, y al final él también. Yo me ponía de rodillas y, con las manos a la espalda, esperaba pacientemente a que desenvolviese sus órganos reproductores y me llenara con ellos la boca. Poco a poco volvió a ser el policía tierno que creía en la bondad de las personas, pero ejerciendo su derecho de carne sobre mi. Tanto él como yo sabíamos que su ira era la excusa que necesitaba para experimentar más, para conocerse a si mismo.-Me llamo Luis - me dijo un día tras correrse en mi boca.Creo que a partir de ese día pasé de ser su puto a su amigo, que es lo que yo buscaba desde el principio. Le decía siempre donde iba a estar yo trabajando, y él venía a cobrarse su venganza, aunque al final ya éramos colegas y él aprendió a chupármela y a hacerme unas cuantas cosas más. De vez en cuando todavía se vengaba de mi, follándome en algún sitio donde alguno de mis compañeros obreros pudiese verme y correr la voz de que un poli enorme y fuerte me reventaba el culo, en el lavabo del bar o durante la hora del almuerzo. Pero a mi me gustaba, si Luis supiera lo cotizado que está un cuerpo como el suyo en el mundo de los osos, se daría cuenta de que no era una vergüenza para mi que me vieran siendo penetrado brutalmente por su falo. Pero después de todo, ...