1. Los albañiles me rompieron el culo en casa


    Fecha: 11/02/2024, Categorías: Anal Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... faltara algo, tal como si me hubiesen quitado una golosina. Yo necesitaba que otras vergas me cogieran, quería volver a sentir esos chorros de semen dentro. Mi ninfomanía me pedía más, tan solo tenía 21 años, me veía tan hermosa y cachonda pidiéndoles más a esos albañiles. Ellos se turnaron para satisfacerme durante horas, cambiándome de posiciones en la cama, llevándome contra el espejo grande que había en mi habitación para cogerme de pie, me hicieron cuanto quisieron, eyacularon en mi boca varios de ellos y yo me tragué hasta la última gota de su semen.
    
    Cuando ya se habían cansado de penetrarme, habiéndome usado a su antojo, quise experimentar algo más que, ni si quiera con mi papá había intentado, ya que me daba un poco de vergüenza pedírselo aún. Estaba tan ebria que dejé salir por completo lo putita que soy, al fin que jamás volvería a ver a esos hombres. Así que tomé el lubricante femenino que había dejado en la cama.
    
    —Don Felipe hay algo que tengo curiosidad de hacer, pero, me da vergüenza —Le dije con voz cachonda.
    
    —¿Por qué preciosa? ¿Qué es lo que quieres hacer? —Me preguntó mientras miraba mi cuerpo muy morbosamente.
    
    —Es que he visto videos porno en internet y hay algo que se llama “fisting”, se trata de que usted meta su mano dentro de mí, y me gustaría que me haga eso en el ano pero, si no quiere pues no —Le dije nerviosa y muriendo de vergüenza por lo puta y enferma que me sentí al pedir eso.
    
    —¡Sí! ¡Sí te lo hago! Ya lo he visto también y me han ...
    ... dado muchas ganas de hacerle eso a una mujer, pero pues no he tenido a una mujer con quien pueda hacer eso. Y si tu quieres pues lo intentamos. —Me contestó muy emocionado y con la cara roja de lujuria.
    
    —Sí, hágalo por favor —Le contesté muy excitada—. Acérquese para ponerle lubricante en su mano
    
    —A ver preciosa. —Él extendió su mano derecha y le apliqué lubricante en toda la mano que, por cierto, estaba sucia de cemento, lo que me excitó más.
    
    —Tiene que estar muy lubricada para que no me lastime tanto y entre más fácil. —Le dije muy nerviosa y temerosa mientras observaba sus dedos toscos y gruesos.
    
    —No te preocupes preciosa, lo voy a hacer con cuidado. Te voy a ir dedeando hasta que veamos que ya entra completamente y tú me vas diciendo.
    
    Me incliné en la cama con mis senos bien pegados al colchón y la espalda curveada hacia abajo, dejando muy bien empinado mi culo y le pedí que metiera toda su mano hasta la muñeca dentro de mi ano. Entonces él comenzó a dedearme.
    
    —A ver preciosa, te voy a meter tres dedos por que veo que ya los aguantas ¿verdad? —Me dijo mientras introducía sus tres dedos en mi ano—. Sí, preciosa te entran bien rico ¿verdad?
    
    —Sí, ¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! Se siente bien rico, a ver métame cuatro. —Fue algo muy lindo sentir los dedos de un hombre dentro de mi ano.
    
    —Ya te están entrando, tienes mis cuatro dedos adentro ¿Como te sientes?
    
    —Se siente muy rico, me duele un poquito ¡Aaaahhh! ¡Aaaayyy! Ya métame la mano completa, suavecito, con ...