1. Los albañiles me rompieron el culo en casa


    Fecha: 11/02/2024, Categorías: Anal Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... mucho cuidado.
    
    —Ya está entrando mi mano, pero te siento muy apretada, tu me dices si te duele. —Yo sentí como mi ano se estaba desgarrando, jamás lo había sometido a tal estiramiento, sentía mucho ardor, como si se me fuera a reventar y me dio miedo, pero la excitación me rebasaba.
    
    —¡Aaayyyyy! ¡Aaaahhh! ¡Me duele mucho! ¡Aaaayy! ¡Aaaayyy! ¡Ya hagalo! ¡Más Fuerte! —Mi ano se estaba estirando, estaba abriéndose más y más. Me ardía alrededor del ano, pero era placentero.
    
    —Te la voy a meter un poquito más fuerte. —Cuando dijo eso me sentí muy excitada y el deseo de sentir esa gruesa, sucia y tosca mano dentro de mí. Me hizo aventar mis nalgas, entregándoselas para que su mano entrara completamente hasta la muñeca.
    
    —¡Aaaaaaahhhhhhhh! ¡Aaaaahhhh! ¡Aaaaayyyy! ¡Me duele muchísimo! ¡Aaaaahhhhh! ¡Me dueleee! ¡Aaaayyyy! —Sentí mi ano desgarrado y el culo muy abierto. Ya no pude contenerme y rompí en llanto, lagrimas negras y saladas escurrían el rímel de mis pestañas, rodando por mis mejillas.
    
    —Ya te entró preciosa, tengo toda mi mano adentro de tu culito, se siente muy rico, está muy caliente. ¿Te duele mucho verdad? ¿Quieres que te la saque? —La mano de aquel hombre me tenia destrozada, sentí como mi ano intentaba contraerse y apretaba la mano del albañil.
    
    —No, no me la saque, déjela un rato ahí adentro. Quiero disfrutarla, siento mucho dolor, pero es muy lindo, siento bonito.
    
    —Está bien preciosa, entonces te la dejo adentro un rato. —Así la dejó durante 5 ...
    ... minutos.
    
    Yo me sentía desbordando de lujuria y excitación, esa mezcla de dolor y placer, me hacía sentir plena. El saber que un hombre tenía su mano adentro de mi causándome tal sufrimiento, fue el alimento perfecto para mi masoquismo.
    
    —A ver ahora intente cerrar su puño adentro de mí —Le pedí sabiendo que eso me dolería más—. ¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Me duele mucho! ¡Aaaahhhh! ¡Me gusta! Ahora, saque su mano con mucho cuidado por favor, muy suavemente.
    
    Cuando Don Felipe, sacó su mano de mi culito por completo, todos pudieron ver como mi ano quedo abierto, mostrándoles a todos el interior de mi culito, como si pidiera más, eso me hizo sentir mucha vergüenza, ya que perdí la fuerza en el esfínter y se me quedó abierto durante algunos segundos. Le pedí a Don Felipe, que la volviera a meter, así lo hizo y comenzó a meter y sacar toda su mano con facilidad. Después le pedí que sacara su mano y me penetrara con el puño cerrado en repetidas ocasiones. Cuando lo hizo sentí como mi ano se abría más por dentro provocándome un poco de dolor, pero era muy excitante saber que tenía esa mano tosca adentro de mí. Los demás albañiles al ver eso, se excitaron mucho y se peleaban por meter su mano también. Al verlos tan excitados y deseosos de meter su mano en mi culo, los fui llamando para ponerles lubricante y dejar que me hicieran “fisting”, así lo hicieron con el puño cerrado entrando y saliendo de mi ano durante media hora aproximadamente.
    
    Después de haber recibido ese “fisting” ...