1. La mejor cita con mi dentista.


    Fecha: 17/02/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... presionaba su cabeza contra mi rostro para que no parara de besarme, la otra recorría todo su cuerpo, apretando sus lugares más sensibles.
    
    De nuevo el ritmo fue descontroladle, sus gemidos, nuestras caderas, nuestros cuerpos deslizándose y rebotando sobre los fluidos de mi amante, eras sonidos que invadían el consultorio. Otra vez sentí como expulsaba su líquido sobre mi cuerpo, sentí como su vagina se retorcía agradecida por recibir mi grueso y palpitante miembro, su boca se abalanzó sobre mí cuello el cual succionó con fuerza. Comencé a sentir el temblor en mis huevos, el apretar de su vagina era fuerte y salía demasiado líquido, aguanté lo que pude antes de reventar. Exploté, de mi brotó con fuerza el chorro ardiente de mi semen, el cual era depositado en ella con cada movimiento veloz que hacía. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, salía y salía, el charco era una mezcla de ambas corridas, seis, chorrea semen de su vagina, siete, ella gemía, ocho, yo gemía, nueve, nuestros gemidos se unían, diez, éramos conscientes del calor de nuestros alientos, once, el ritmo de nuestras caderas bajaba doce, nos besábamos exhaustos sin separarnos. Doce fueron las veces que mi pene expulsó semen en su vagina, doce fueron los espasmos que ella dio al recibir mi liquido y doce fueron las marcas de chupetones que quedaron en nuestros cuellos con cada repetición.
    
    Con cierta torpeza Mónica se logró sentar sobre el charco de nuestros fluidos, colocó su mano en mí y guío mi boca hacia su ...
    ... vagina, la cual accedí a chupar, recogiendo con mi lengua la mezcla de nuestras esencias, recorriendo mi boca una vulva que con cada respiración profunda de mi dentista expulsaba mi cálido esperma, succione con fuerza su clítoris por última vez, le di la última palmada en lo senos, mordí aquellos grandes pezones, y respire en su sudoroso cuerpo en mi camino a su boca. Fui recibido por un beso apasionante y profundo, nuestra vulgar unión ahora finalizaba dónde comenzó: en mi boca…
    
    —Adiós, Mónica —le dije al haberme terminado de vestir con mi desalineada ropa.
    
    —Adiós, Isaac —me dijo con un tono de voz que derritió mis oídos —cita de control la próxima semana —mencionaba con una risa traviesa.
    
    —A sus órdenes —me despedí.
    
    Salí del consultorio directo a tomar el autobús, crucé miradas con una secretaria visiblemente sonrojada, con su ropa igualmente desalineada y sus piernas temblorosas.
    
    Le dirigí una sonrisa cómplice que fue contestada con un simple “adiós”.
    
    Ya estaba en la calle, era tarde, pero no hacía frío, mi celular marcaba las doce.
    
    ES TODO.
    
    ***
    
    De verdad gocé mucho escribiendo esto e imaginado todo.
    
    Como dije es mi primer relato en toda mi existencia, y me encantaría recibir retroalimentación de todo lo referente al estilo, extensión, descripciones, etc., ya sea por aquí o por el correo que aparece en mi perfil.
    
    Es una fantasía que espero llevar a la realidad, la parte de la secretaria es totalmente cierta y me encanta ir a cada mes (por mi ...