1. La mejor cita con mi dentista.


    Fecha: 17/02/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... consultorio.
    
    —No hay problema —mencioné.
    
    Esperé quizá unos diez minutos más, en los cuales la secretaria intentó continuar con lo de hace rato, para lo cual yo me mostré un poco desinteresado, ya que había decidido que mis pocas energías serían puestas con empeño en la cita que me esperaba.
    
    —Pase —escuché mencionar a una voz ahora totalmente recompuesta y con un cierto tono imperativo que me gustaba.
    
    Me levanté, detallé su rostro al caminar hacia el consultorio. Se había quitado el maquillaje corrido de su cara, en esta, encontré un par de ojos cafés que habían cambiado radicalmente, en ellos ahora observaba cierto aire depredador. Dicho carácter de sus ojos se veía aumentado por las vitrinas en las que se encontraban protegidos, unas gafas gruesas de color negro que combinaban perfectamente con la fresca capa de labial rojo que ahora descansaba sobre sus anchos labios.
    
    Me dejé caer rendido por el cansancio en su silla, ella se colocó a mí lado mientras preparaba el delantal (babero) que me sería colocado alrededor de mi cuello.
    
    –Leí el motivo de su consulta, sé que usted lleva un régimen de higiene muy completo y constante —mencionaba mientras me colocaba el delantal. —Podría describirme el dolor.
    
    —Claro, es un dolor un tanto pulsante en el lado izquierdo de mi rostro, temo que se pueda tratar de una muela —le decía mientras abría mi boca.
    
    En ese momento sentí como sus finos dedos invadían el interior de mi boca lo cual me relajó un poco, ...
    ... sentimiento que se interrumpió por el dolor que ocasionó que presionara el origen exacto de mi sufrimiento, dejando escapar un quejido y un escalofrío al mismo tiempo.
    
    —En efecto se trata de tu muela —me dijo con un tono de voz suave. —Deberé ponerte un poco de anestesia local para explorar mejor la zona, lo más probable es que se trate de una caries —mencionó mientras introducía la aguja en mi boca y en menos de treinta segundos me libraba momentáneamente de mi tormento.
    
    Al retirar la aguja, la cual colocó sobre la mesita de utensilios, volvió a presionar mi muela para asegurarse de que la zona se encontraba dormida. Después, intentó sacar su dedo de mi boca para preparar lo que necesitaría para lo que seguramente sería una calza, sin embargo, su dedo encontró un poco de resistencia al ser atrapado por mis labios, los cuales lo envolvieron y le acompañaron en la salida de mi boca, generando así una escena un tanto sugestiva. Ella me observó quieta un instante, para después pararse de su silla mientras apoyaba su cálida mano en mi hombro y dirigirse a un mueble a buscar algunas cosas.
    
    Naturalmente y por las características de la situación, me decidí iniciar una plática mientras ella hacía lo suyo.
    
    —Sabe Doc.
    
    —Llámame Mónica —me vi interrumpido.
    
    —Mónica, últimamente me he sentido muy estresado, ¿crees que eso pueda tener algo que ver? —le mencioné mientras mis ojos se centraban en la manera en que su castaño cabello se posaba sobre su espalda baja.
    
    —No creo que eso ...
«1...345...12»