Fantasía de tres tríos (primer trío)
Fecha: 20/02/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos
... mucho, te la mereces, amigo”, insistió.
–¿Te dijo que quería coger conmigo? –pregunté pensando en que ya lo habían platicado en plan de borrachos.
–No, pero con esos comentarios, ¿piensas que él no va a querer? –afirmó, más que preguntar.
–Pues él siempre se ha portado muy correcto conmigo, aunque sí me lo he cachado queriendo ver algo más cuando me agacho…
–Sí es buen cuate, ¡se merece que lo invitemos a nuestra cama! –exclamó entusiasmado.
–Pues si quieres compartirle a tu mujer, está bien, pero ¿qué pasa si yo quiero a otro, o a otra, para compartirte? –pregunté para apartar mi lugar.
–Si cogemos con Roberto, luego me dices a quién quieres tú –prometió y yo lo di por hecho.
Dimos una rica cogida donde Miguel me contaba lo que me estarían haciendo él y Roberto. Luego me pudo en cuatro sobre la cama y poco a poco me fue metiendo el pene en el culo.
–Le pediré que te coja así y me la jalaré viéndolos comportarse como perritos –decía cada vez que lo metía.
–Sí, mi amor, pero cuando ya te vayas a venir, me echas el semen en la cara y en la boca –le contesté.
–¡También te lo echaremos en las tetas, puta! –gritó al venirse.
Quedó quieto, montado en mí. Me gustó verlo en el espejo del peinador: su cara sudada, recargada en mi espalda y la boca abierta tomando aire a bocanadas; yacía agotado, exangüe con las manos colgando a mis costados. Su pene se salió y se dejó caer. Me acerqué y sobre su cara moví rítmicamente las tetas, él sólo sacó la lengua ...
... para que mis pezones la acariciaran. “Estas chiches les gustan a muchos, y se las daré a probar…”, me dije, pensando en Roberto, Mario y otros cuyos ojos he visto rodar por mi canalito, como bolas de boliche en un tiro fallido.
Dormimos un poco, antes de levantarnos a bañar. No hubo más comentarios respecto a la posibilidad del trío, tampoco en tres días más.
El miércoles en la mañana me dijo que vendría tarde, pues había quedado de verse con alguien. “¿Será alguna güera nalgona?”, le pregunté. “No, pero sí tiene que ver con una tetona”, me dijo dándome un beso al despedirse, apretándome ambas tetas.
Esa noche, cuando llegó le pregunté cómo le había ido en su reunión.
–Muy bien, ya te conseguí una verga más para el sábado, pero seguramente la usarás desde el viernes en la noche –me contestó y supe que había hablado con su amigo.
–¿Roberto? –pregunté después de darle un beso en la mejilla.
–¡Sí! El pobre estaba que no lo creía. Me reclamó de que lo estuviera bufoneando por lo que me había dicho la ocasión anterior sobre ti. Insistió en que no quiso ofenderme al decir que tú estabas bonita y buenota, “aunque es verdad” reiteró apenado bajando la vista.
Yo escuchaba asombrada y seguramente con la boca abierta lo que Miguel me contaba.
–“¿Quieres cogértela o no?”, le pregunté a Roberto. Él se quedó callado, temiendo ofenderme –dijo y yo imaginaba a Roberto tímido por no causar una ofensa a Miguel– “Ella y yo estamos de acuerdo en compartir contigo nuestra ...