Fantasía de tres tríos (primer trío)
Fecha: 20/02/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos
... cuando Miguel se acercó a mirar sin dejar de jalarse la verga, la cual me acercó a la boca. Se la chupé a mi marido dejándole que me fornicara por la boca. En pocos minutos, nos vinimos todos. Primero Roberto, luego Miguel, quien me llenó la boca, tragué una parte y el resto se lo di a Roberto cuando lo besé, moviéndome más rápido, viniéndome cuando él enredó su lengua con la mía para saborear mejor la lefa que yo le había dado.
Desguanzados y abrazados, nos subimos a la recámara donde la cama nos esperaba. Miguel me tumbó en ella, y abrió mis piernas que habían quedado colgando. Hincado en el piso, él metió sus manos bajo mis nalgas y se puso a chupar mi flujo con el abundante esperma que había vertido Roberto al venirse cuando me senté en éste.
Por su parte, Roberto se puso a jugar con mis tetas, masivas y blandas: las recogía desde mis costados para llevarlas al centro de mi pecho; entonces él me chupaba los dos pezones juntos, jalándolos verticalmente, y soltaba las tetas para que el peso le arrebatara de la boca las puntas; Varias veces hizo esto Roberto y yo me venía por las mamadas de panocha que me daba Miguel.
Para descansar, los acosté juntos y me puse a mamarles la verga: iba de uno a otro, hasta que les dije “júntenlas”, me voy a meter las dos. No se pudo. Me metí entre ellos y les dije que quería que me hicieran sándwich. Miguel me lo metió en la panocha y Roberto empezó a trabajarme el ano para que ingresara su palo: metía un dedo dentro de mi ...
... panocha, acariciando el tronco de mi marido y al sacarlo lo metía en mi ano, luego hizo lo mismo con la otra mano. Sacó los dos dedos de mi cola y comenzó la penetración del falo.
¡Sí! se sentían los dos entre mis paredes de intestino y útero. Se movieron bastante, porque me dejaron mojada de sudor antes de que todos diéramos constancia líquida de nuestros orgasmos. Dormimos como yo quería: uno en cada teta.
Al amanecer, Roberto, simplemente se subió en mí, se agarró con firmeza de mis chiches y se movió hasta venirse. Yo me desperté desde que sentí encima su cuerpo y adentro su miembro. A las primeras oscilaciones, comenzaron mis orgasmos que concluyeron con el de Roberto que acompañó con un grito: “¡Estás buenísima!”
–¿Te gustó la chichona puta? –dijo desde la puerta mi marido, quien traía una charola con una jarra de jugo y unos vasos.
Mi marido nos sirvió el jugo en las mesas de servicio en la cama, diciendo “Voy por lo demás”. Regresó con unos huevos guisados con tocino y frijoles refritos, los cuales puso también en las mesas. “¿Se les ofrece algo más a los cogelones?”, preguntó. Nosotros sólo negamos con la cabeza y él salió a terminar de lavar los trastos de la noche anterior y a desayunar algo. Después regresó para llevarse los trastos y pronto estuvo de regreso. “Quiero atole” dijo y me destapó para ponerse a chupar mi vagina y darme verga en la boca. Roberto no dejaba de jalarse la verga mientras nos veía. Estuvimos en la cama hasta el mediodía que bajamos a ...