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Rendida ante mi suegro
Fecha: 29/02/2024, Categorías: Infidelidad Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... Sandra no es mi novia, es una amiga. Patricia llega en unos minutos, por eso se fue Sandra… -Ah… Viejo, no cambias más. ¿Cuántos años tiene tu novia? Es otra criatura como Sandra supongo. -No… es mayor… 25 años. 25 años, entonces cuantos tendía Sandra. Pensé -Contame Helena, ¿se porta bien Carlos? -Si, nos llevamos muy bien, es muy atento, cariñoso, tierno. -Ah, aburrido como la madre. -No empieces viejo. No todos somos como vos. -No digo que seas como yo, pero que vivas hijo. Más teniendo a una hermosa mujer a tu lado. Cuando llegó la novia en un taxi, Patricia, era una terrible mina. Proporcionada al milímetro, hermosa de cara y cuerpo. También morocha, pero de ojos grises. Se puso una bikini, y se nos unió en el quincho. -Fer, no me dijiste que Carlos era tan lindo, te soy sincera, si no estuviera con Helena, creo que me tiro en sus brazos. -No hay problema si Helena se tira a los míos. Creo que salgo ganando. Dijo mirándome a los ojos. Me reí. Fue un reflejo de supervivencia. Sentí que me mojaba la entrepierna al instante. Fuimos con Carlos a la pileta y ellos se unieron unos minutos después. -Dios, me olvide el protector solar. Dijo Patricia. ¿Vos trajiste Helena? -No, también me olvidé. -Fer, ¿me llevas hasta el shopping que hay una farmacia a comprar? -No, ya empecé con el fuego. Carlos, llevala y tráeme una bolsa de carbón porfa. -Bueno. Se cambiaron y se fueron. Yo me quedé con mi suegro en el quincho. -No ...
... entiendo como una mujer caliente como vos puede estar al lado de Carlos. Me dijo mirándome a los ojos. -Perdón, no sé de dónde saca que soy caliente y que me aburro con su hijo. Dije tratándolo de Ud. para poner distancia. En realidad, muy lejos no estaba. Carlos no era muy amante de los juegos en el sexo. -Helena, con solo mirarte a los ojos sé que soy muy caliente. Sos escorpiana seguro. -Sí, pero eso… No termine lo que iba a decir que se acercó, y agachándose me dio un beso que me hizo ver las estrellas. -¿Qué… Me levanto de mi silla y me puso sobre la mesa, bien en el borde. Me beso de nuevo y su mano busco mi concha. Estaba totalmente húmeda, sus dedos entraban con facilidad. Su boca me mordía mis pequeños pechos sobre la bikini, hasta que la corrió y los chupaba con todo mientras me masturbaba. Tomo mi mano y la llevo a su pija. Cuando la sentí en mi mano otra vez me quedé sin aliento. La libere como pude de la sunga y apenas la podía cubrir con mi mano. Él se separó un poco de mí y la pude ver. -Dios mío. Dije De un salto me puse de rodillas y comencé a lamerla, chuparla, acariciar sus pelotas. Apenas entraba en mi boca cuando la quería chupar. Fueron varios minutos que la estuve chupando. -¿La queres? Me dijo. -La adoro. Dije. Él se largó a reír. -¿Si la queres adentro? Me dijo. -Por supuesto. Me hizo dar vuelta y me la fue metiendo despacio desde atrás. Mi pobre concha se abría a su paso, el dolor era soportable y el morbo ...