Mis odiosas hijastras (2)
Fecha: 01/03/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... Nuevamente noté que no tenía corpiño. Las tetas caían por su propio peso a un costado. Los pezones quedaban en relieve, debajo de esa remera blanca que estaba usando. Se había puesto una calza. Los labios vaginales se marcaban en ella. Hasta parecía que la elástica tela se le metía adentro, violándola. Había especulado con que Agostina se mantenía depilada ahí abajo, pero con Valentina no necesitaba de especulaciones. Se notaba que ambas estaban hablando entre ellas. Probablemente sobre mí, según deduje.
—¿Ya se te pasó la locura? —preguntó Valentina.
—Valu… —dijo Agos, a punto de reprenderla.
—No, si tiene razón, me puse un poco loco —admití—. Prefiero no entrar en detalles…
—Entonces no hace falta que lo hagas —interrumpió Agos.
—Pero sí hace falta que te pida disculpas —dije, dirigiéndome a Valentina—. Si no fuiste vos la que me mandó eso… entonces te pido perdón.
—Ya fue, está todo piola —respondió ella.
—Pero ¿No te lastimé la mano? —quise saber.
—No tenés tanta fuerza —dijo ella.
Agostina era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que mis disculpas no eran reales, ya que no terminaba de creer que Valentina no había sido la responsable del mensaje, pero la más chica de las dos pareció no percatarse de ello. De todas formas, no tenía ninguna prueba, por lo que me tocaba hacerme el tonto. Era cierto que el mensaje no tenía la firma de Valentina, pero no se me ocurría otra persona que me quisiera molestar de esa manera. Me ...
... pregunté si le contarían a su madre lo sucedido, respondiéndome que era altamente probable. La propia Agos lo había dicho. Mariel les sacaría toda la información, y el hecho de que ambas chicas estuvieran al tanto de la trifulca, hacía menos probable que se mantenga en secreto. ¡Pero qué mierda me importaba! Si mi mujer quisiera reprenderme por eso, simplemente le diría el motivo del enfrentamiento, y entonces la que tendría que dar explicaciones sería ella.
—Sentate Adrián —me invitó nuevamente Agos.
—Dale, hagamos de cuenta que de esta manera firmamos la pipa de la paz —dijo para mi sorpresa Valentina—. Vamos a ver Batman vs Superman.
—¿Y Sami? —pregunté.
—En su mundo, como siempre —comentó Valentina.
Las películas de superhéroes me tenían —como decía un compañero de trabajo— las bolas por el piso. Pero necesitaba distraerme, y encerrarme en mi habitación —mía y de Mariel—, en ese día tan oscuro, no parecía una buena idea. Más teniendo en cuenta que en ese cuarto ni siquiera tenía televisor.
—Bueno, me prendo —accedí al fin.
Me senté en el sofá de dos cuerpos que quedaba libre. La película resultó peor de lo que esperaba. Ni siquiera cumplía con las expectativas de las chicas, que sí disfrutaban de ese tipo de filmes. Se las veía aburridas. Cada tanto las miraba de reojo. ¿Cuándo había estado tan cerca de dos pendejas tan hermosas como esas? Además, el hecho de que fueran tan diferentes hacía pensar que tener a ambas en la cama sería una combinación perfecta. ...