La primera vez de un heterocurioso
Fecha: 04/03/2024,
Categorías:
Gays
Autor: royfoker, Fuente: CuentoRelatos
Llevaba mucho tiempo con ganas de tener experiencias nuevas, poco a poco me fui liberando de mis inseguridades hasta que un día me decidí. Use una aplicación para buscar encuentros y empece a ver que podía surgir.
Mensajes iban, mensajes venían, llegaba gente muy tímida, otra muy osada y, no pocos, derechamente degenerados. En su momento quien era yo para juzgarlos, mal que mal estaba buscando tener un encuentro sexual con otro hombre.
Mis pretensiones eran clara: el llamado sexo a lo macho. Nada de besos en la boca, caricias románticas o que se acercaba lo afectivo; sería solo satisfacción de gustos reprimidos, al fin de cuentas era pasarlo bien sin culpa.
Entre todos los candidatos apareció uno. Buscaba los mismo que yo, en términos muy similares y con el plus de no ser de la ciudad, estaba de paso debido a su trabajo como especialista en cierto tipo de maquinaría que se usa en la zona donde vivo.
Después de conversar unos días por la aplicación y trasladar la conversación a otra aplicación mas personal, nos pusimos de acuerdo para un encuentro de reconocimiento. Nada muy elaborado, un café en una estación de combustible solo para vernos las caras y conversar un poco.
El encuentro se realizó, conversamos y quedamos de acuerdo en hacerlo. Todo esto ocurrió un miércoles de una semana de diciembre y ese viernes nos juntaríamos a concretar todo.
Llego el viernes, seguí algunos tutoriales de las redes, me depilé la entrepierna delicadamente, seguí todos los ...
... procedimientos de higiene que imagine necesarios. El lugar de reunión sería el departamento que el arrendaba por los días de su visita laboral así que ahí me dirigí.
Cuando llegué me abrió rápidamente, se le notaba nervioso al igual que yo. El departamento era pequeño, sala-comedor -cocina separado con una puerta había un dormitorio con baño.
Me senté en la sala con una sensación de ansiedad/incomodidad evidente. Él también se notaba complicado, ninguno atinaba a dar el primer paso, hasta que en un momento él comenta un “y bueno” que resonó como campana de pelea de box.
Tratando de tomar la iniciativa le propuse que cada uno se desvistiera en un lugar distinto para no sentirnos incómodos, una vez que cada uno estuviera listo, nos juntábamos en la habitación. Así fue como él se fue al baño y yo me quedé en la sala.
Mientras me sacaba la ropa no podía parar de temblar, una parte de mi me decía que saliera de ahí, otra que no pasaba nada, que no siguiera. Estaba completamente desnudo, meditando si volver a vestirme y salir corriendo cuando escucho un “estoy listo, ¿tú?”. Ahí reaccione y dije con la voz mas firme que pude “si, yo también”.
Entramos casi juntos a la habitación y al ver su cuerpo desnudo me llené de sensaciones extrañas. No era un físico espectacular, tampoco me generaban las sensaciones que me nacen al ver un cuerpo femenino desnudo, pero era el morbo de pensar hasta donde podía llegar lo que hizo que lentamente comenzara una erección.
Esa misma ...