1. ¿Te quieres culear a mi prima?


    Fecha: 08/03/2024, Categorías: Primera Vez Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... en mi conchita.
    
    -¿Te gusta?
    
    -Me fascina… duele, pero que rico siento tu verga en mi culo.
    
    -¿Así te lo esperabas?
    
    -No sabía que esperar, pero dejaría que me lo hicieras otra vez.
    
    Inmóviles y con mi verga ensartada en el culo de Sherri le comprimía la verga en su interior. Ella hacía lo mismo apretando mi falo con su culo. Creo que es algo instintivo en estas condiciones. Con mi mano le toqué la panocha a Sherri y esta goteaba, estaba excitada y con eso confirmaba que sentir mi verga en su culo le producía una sobreexcitación. La tomé de los pechos mientras su culo se acostumbraba a la invasión de mi verga y luego la tomé de sus hombros y comencé a hacerle un empuje vibrante con mi verga como si pudiese hundírsela más. No era un mete y saca, más bien era solo de empujarle más el falo y eso le abría a la vez las nalgas. Ella me lo aprobó diciendo: ¡Carajo… que rico la mueves!
    
    Con los minutos se la saqué totalmente y le volví a comer ese ojete que le quedaba bien abierto y podía sentir mi lengua en su interior. Sherri solo gemía y sentía como sus piernas y pelvis vibraban sin que pareciese que controlaba tales movimientos. Se la volví a meter y esta vez no fue lento, fue una invasión más directa que se escuchó cuando mi pelvis pegó en sus nalgas. Nuevamente hice el mismo empuje vibratorio y eso parecía encantarle a Sherri. La sabana de mi cama estaba saturada de los jugos de esta mujer. Volví a sacársela y volví a meterle la lengua en ese culo que le quedaba ...
    ... abierto. Me volvía a decir:
    
    -¡Por Dios… esto es una tortura! De hoy en adelante tú eres dueño de este culo.
    
    -¿Quieres que te folle por siempre este culo?
    
    -Cuando tú lo desees… este culo siempre será tuyo.
    
    Volví a sacarle la verga y nuevamente le hundía mi lengua en su agujero. Cómo contraía ese ojete, se le miraba que le temblaba, sus piernas temblaban e intuí que estaba al borde de correrse. Todo era placer anal, no había manos en su clítoris ni tan siquiera la tomaba de sus tetas. Este proceso de meterle mi verga y chuparle luego su ojete quizá me tomó unos quince minutos más y cuando miraba como sus muslos temblaban, comencé con un vaivén, un mete y saca de mi verga y los embates subieron de nivel. Sherri solo gemía, no decía palabra alguna hasta que sintió su primer orgasmo anal y se fue de bruces contra la cama y yo me fui detrás de ella taladrando ese culo hasta morir y al minuto o dos, le dejé ir una corrida que me duró esa rica sensación más que la primera y caí exhausto sobre la espalda de Sherri, en la cual sentía lo húmedo de su sudor y sus pulmones extendiéndose y comprimiéndose profusamente que nos tomó unos minutos en retomar la compostura.
    
    No bañamos juntos y pensé que me la culearia de nuevo en el baño, pero ya dos hora y media habían pasado y como toda mujer debe salir a la calle como si no hubiese pasado nada, y el resto del tiempo Sherri lo había contemplado para hacerse de nuevo del maquillaje. Llevaba otro bikini en su cartera y aquel empapado ...
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