¿Nos grabamos? (I)
Fecha: 08/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dlacarne, Fuente: RelatosEróticos
... desde mi culo por toda mi pierna, grababa la penetración, grababa mi cara...
Le dije de ponernos a cuatro patas. Mandé el sujetador y el top a tomar por culo mientras me incorporaba. En cuanto volví a notar su polla dentro de mí, flipé dando un alarido y tuve que echar mano al clítoris. Podía notar como me iba agarrando desde distintos puntos, imaginaba que seguía grabando con detalle. Estando extasiada, con la cara aplastada contra la almohada, vi que puso el móvil junto a mí, con cuidado para que el plano grabara toda la acción. Me dio un palmada en el culo, me agarró por las caderas y comenzó a penetrarme con todas su energías. No pude aguantar así y terminé corriéndome entre gritos de satisfacción. Él aguantó un par de minutos más a ese ritmo hasta que sacó su polla, pajeándose, y me llenó el culo de semen. Noté como me chorreaba por la espalda. Me limpié con la mano, sin moverme mucho, y me chupé el dedo mirando a cámara.
Tuve que empezar a arreglarme de nuevo. Ya no me daba tiempo a ducharme otra vez y traté de disimular con desodorante y perfume el olor a sexo que desprendía. Fue totalmente en vano. Me cambié de ropa interior, me puse el mismo top y completé el outfit con una minifalda negra de cuero sintético. Le di un beso a mi hombre y me monté en el coche.
Habíamos quedado con unos amigos por la noche para ir de bares. Pero, hasta que no salieran de trabajar, Josh y yo estaríamos calentando motores tomando unas copas en su casa. Haciendo un botellón, ...
... vamos, para volver a sentirnos jóvenes.
Josh era un chico negro, no muy alto, con unos hombros y unos brazos impresionantes, pero de rostro y carácter encantador. Un chico que imponía solo con su presencia. Nos alegramos un montón al reencontrarnos. Nos dimos un abrazo, nos dijimos lo bien que nos veíamos y nos pusimos al día. Todo esto mientras vaciábamos una botella de ron, por supuesto.
La hora de quedar con el resto de amigos se acercaba. Debatíamos si abrir la segunda botella o no. Terminamos por acordar que para una copa, al menos, teníamos tiempo.
Josh fue al baño y aproveché para mirar el móvil, que llevaba un rato vibrando. Entre varias notificaciones, tenía veinte o treinta whatsapps de Jack, cosa que me preocupó. Abrí el chat y vi que me estaba enviando las fotos y el vídeo del polvo que echamos por la tarde. Los ojos se me iluminaron. No me lo esperaba. Me senté mordiéndome los labios y sintiendo calor en la entrepierna. Pasé una a una las fotos, haciendo zoom y viendo al detalle como hace unas horas estaba merendando la polla de mi novio. Crucé las piernas fuerte, para evitar la tentación de tocarme y calmarme un poco.
-¿Te echo entonces una copa más?
Josh había vuelto del baño y ni me había enterado. Cerré deprisa el móvil y me puse en pie de un salto, arreglándome y tratando de aparentar normalidad.
No solo nos dio tiempo para una copa más, sino que nos tomamos una segunda y ya íbamos por la tercera, aún sin tener noticias del resto de nuestros ...