1. Convenciendo a mi mujer


    Fecha: 11/03/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Faragullas, Fuente: CuentoRelatos

    Antes de comenzar os comentare que este relato es totalmente verídico y está escrito tal como fue con pelos y señales.
    
    Somos un matrimonio de 45 y 46 años, mi mujer se llama María y yo Julio, llevamos juntos desde los 18 años y el sexo entre nosotros siempre fue fantástico.
    
    María es lo que denominamos como un pibón, aparte de guapa, tiene un cuerpo perfecto, unas tetas duras y grandes, un culo perfecto sin un gramo de celulitis y un coño precioso, como le digo yo, tiene un coño de peli porno, sin un solo pelo, por lo que comérselo es una auténtica locura.
    
    Yo soy alto y de complexión normal y no es por tirarme faroles, pero estoy muy bien dotado.
    
    Como dije antes, teníamos un sexo fantástico y casi a diario, a pesar de llevar más de 25 años juntos.
    
    Un día por motivos laborales, me tuve que desplazar durante unos meses a la otra punta del país, y ahí fue donde cambió todo.
    
    Esa temporada vivía con un compañero de trabajo en un piso que nos había puesto la empresa, y dicho compañero tenía un lote de revistas porno con las cuales mataba el aburrimiento cuando no trabajábamos. Un día se me dio por ojear una de esas revistas, y vi un anuncio que me llamó mucho la atención, se trataba de un matrimonio que buscaba un chico para hacer un trio, desde ese preciso instante mi cabeza no paraba de cavilar sobre lo morboso que tenía que ser compartir a tu mujer con otro hombre, y darle placer hasta el éxtasis. En mi mente no paraba de darle vueltas al asunto y cada vez me ...
    ... ponía más la idea de ver a mi mujer tragándose otra polla que no fuese la mía.
    
    Los días fueron pasando y volví a mi casa, pero ese anuncio de la revista había cambiado algo en mi cabeza, deseaba a toda costa cumplir esa fantasía, ahora el problema radicaba en convencer a mi mujer, la cual nunca había estado con otro hombre que no fuese yo, por lo que la tarea no iba a ser nada fácil.
    
    Esa misma noche mientras estábamos haciéndolo se lo propuse, naturalmente y tal como me lo esperaba me llamó de todo menos bonito y se cogió un mosqueo de la leche, me decía que si estaba loco, que si ya no la quería y no sé qué cuantas cosas más.
    
    Los días pasaron y yo con lo cabezón que soy, siempre que tenía oportunidad le soltaba alguna indirecta sobre el tema, pero ella no cedía, yo ya estaba desesperado, cada día tenía más ganas de hacer un trio, pero ella no entraba al trapo. Así que decidí presionarla un poquito más, alquilé una película porno de tríos y compré un vibrador. Al principio rosmaba un poco, ya que veía por donde venían los tiros, pero poco a poco fue entrando en calor y acabamos en un tremendo 69 con todo el vibrador en su coño chorreante, el cual no paraba de rezumar sus jugos vaginales, mientras ella jadeaba y se retorcía de placer como no había hecho nunca. En ese momento me di cuenta que el trabajo de persuasión de meses comenzaba a dar sus frutos, así que volví a insistir por enésima vez y cual fue mi sorpresa, cuando en vez de un “NO rotundo”, me dijo que se lo ...
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