Convenciendo a mi mujer
Fecha: 11/03/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Faragullas, Fuente: CuentoRelatos
... pensaría, eso me abrió las puertas del cielo.
Pasaron unos y en otro de nuestros polvos volví a sacar el tema con sutileza, y por fin dijo que si, pero con tres condiciones.
La primera que escogería ella al chico, la segunda que quería una buena polla, una como que por lo menos fuese de grande como la mía, y la tercera que hubiese mucha higiene, es decir, ducharse todos antes de comenzar la fiesta. Naturalmente accedí a todas sus peticiones, y ese mismo día antes de que se enfriase la cosa, puse un anuncio en una página de contactos en internet.
Con lo buena que está mi mujer, como era de esperar, llegó multitud de correos de chicos interesados en el tema, y yo se los reenviaba a ella para que decidiese. Al principio a todos les buscaba algún defecto, o bien eran de muy lejos, o bien eran de muy cerca, o que tenían la polla pequeña, vamos que parecía que iba a ser imposible el tema. Después de varias semanas por fin un chico le llamó la atención, yo no me lo podía creer, ya estaba desesperado con el asunto, así que antes de que se echase atrás me puse en contacto con el chaval para quedar y conocernos, eso sí, en principio sin ningún tipo de compromiso, tomar un café, conocerse y punto. Quedamos en un bar del centro de la ciudad, ni que decir tiene que ella estaba muy nerviosa y yo ni os cuento, era una mezcla entre nerviosismo y excitación, algo que no sabría cómo explicar.
A la hora acordada apareció Iván, que así se llamaba el chico en cuestión, era ...
... físicamente como las fotos que nos envió, vamos que no era ningún listo de esos que manda fotos bajadas de internet. El muchacho tenía 37 años, complexión normal y muy buena presencia. Al principio con los nervios nos costaba mantener una conversación fluida, pero poco a poco nos fuimos soltando y al final conseguimos una charla amena, los nervios del principio desaparecieron por completo, y tanto mi mujer como yo nos sentimos muy a gusto con el muchacho, por lo que decidimos quedar para el próximo fin de semana, iríamos de cena y miraríamos de dar el paso definitivo.
Habíamos quedado para el sábado por la noche y os puedo asegurar que los días anteriores apenas dormí de los nervios que tenía, eso sí, estaba excitado día y noche, solo de pensar en Iván follándose a mi mujer me ponía mil.
Por fin llego el ansiado sábado, tengo que deciros que ni ella ni yo pegamos ojo, y en toda la semana ni siquiera hablamos del tema, pero la tensión estaba en el ambiente. Ya se estaba acercando la hora, por lo que nos duchamos y nos vestimos. Cuando ella salió del baño casi me da un infarto, ella estaba preciosa, llevaba una blusa estampada semi transparente, que dejaba entrever un sujetador negro de encaje el cual guardaba sus enormes y preciosos senos, acompañado de una tremenda minifalda roja. Tengo que deciros que me costó mucho trabajo no follármela en ese preciso instante, ya que entre la transparencia y la minifalda tenía la polla que me estallaba, y si a eso le sumamos que estuvimos toda ...