Quien mete paz, le meten más
Fecha: 11/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... momentos. Pronto estaba en un torrente de semen, la pegajosa sustancia blanca que fluía como agua de mar. Mis pechos rebotan violentamente con cada embestida que no se detenía a pesar de su desahogo. Fue en este punto que perdí el control de mi cuerpo convirtiéndome en una hoja en un torbellino,
Y: "¡Siii!" se me llenaron los ojos de lágrimas cuando el gigante de un solo ojo llevó mi abierto agujero a un nuevo límite.
Valerio: "¿Te gusto, ¿verdad?" gruñó.
Asentí sin poder hablar del placer que sentía, un semental salvaje me habría follado con más delicadeza que este macho. Mi boca instintivamente busco la suya, lo besé mientras su polla se empapaba del cóctel de amor que habíamos creado dentro de mi útero. Ambos retozamos desnudos sudorosos y extasiados compartiendo un vínculo carnal de placer.
Aun no lo sentía duro e intenso dentro de mí, su semen y mis jugos internos lubrificaban su polla mientras entraba y salía de mí nuevamente, con mis labios vaginales estirados alrededor de él. Un suave ruido de chapoteo escapó de mi agujero por los fluidos que bañaban su verga en constante movimiento. Mi trasero giraba en pequeños círculos tratando de sentir su dentro de mí, estábamos en frenesí de sexo mientras mis tetas se balanceaban en un abandono salvaje. Su pelvis se estrellaba contra la mía una y otra vez conduciendo su martillo de carne profundamente dentro.
Y: "¡Me voy a correr!" gemí.
Se hundió duro y profundo en mí provocando mi orgasmo, La habitación ...
... desapareció, mi mundo se hizo añicos cuando un millón de voltios de electricidad se dispararon a través de mi cuerpo atormentado por el placer.
Y: "¡Si siii!" Gemí mientras Valerio controlaba mi cuerpo.
El ritmo era demasiado brutal, Justo cuando me desvanecí, sentí la cálida oleada de su semilla fluyendo hacia mi charco de semen, su polla explotó como un cartucho de dinamita lanzando otra carga de su semen, Se derrumbó sobre mí mientras mis orgasmos continuaban. Desvaneciendo lentamente. Nuestros gemidos de satisfacción resonaron por toda la casa. ¿Qué acababa de hacerme este hombre? Sentí como mi coño se cerraba lentamente cuando salió de mí.
Cuando me recuperé de mi aturdimiento, me di cuenta de que un trozo de carne escupía su carga frente y encima mi rostro, semen caliente y pegajoso comenzó a salpicar mi cara. Semen volaba por el aire hacia mi cara y aterrizaba en mi cabello, en mi frente y en mi ojo. Abrí la boca para atrapar un poco de la hermosa crema.
Yo era una becerra hambrienta de leche, que tomaba con avidez cada gota de su esperma que podía extraer de sus bolas sobrecargadas.
Tomó lo que pareció una eternidad de orgasmos antes de que hubiera drenado hasta el último pedacito de su semilla en mí. Mi cuerpo estaba resbaladizo y reluciente con incontables cargas de semen. Por fin quedé satisfecho.
Suavemente me hizo rodar sobre mi costado y me desató las muñecas, la sangre volvió a mis manos, causándome un estremecimiento. Con mis brazos libres, pensé ...