Elisa fue la culpable
Fecha: 28/03/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: txuso, Fuente: CuentoRelatos
... deambular alrededor para no perder detalle. Vi como Leo empezaba a besar y lamer las deliciosas tetas de Elisa y aprecié su cara al recibir sus salivadas caricias con los ojos cerrados, amplificando el placer. Elisa abrió los ojos un momento y me vio frente a ella. Resopló dulcemente indicándome el placer y la fiebre que estaba empezando a sentir. Me sonrió. Leo comenzó a lamer sus pezones y la cara de Elisa se contrajo de placer. Cuando se sentía caliente su rostro resplandecía amplificando su belleza, estaba mucho más bonita así. Me acerqué un poco más, quedando a menos de un metro de ambas y escuché su densa respiración sintiendo un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Leo se separó y besó sus mejillas, lamió el lóbulo de su oreja y bajó besando su cuello. Elisa volvió a resoplar densa y sonoramente. Entonces Leo se separó y, bajando sus manos por los costados de Elisa hasta retirarlas, se miraron. Leo le sonrió, pero Elisa permaneció seria, sin dar respuesta. Leo giró sobre ella y se arrodilló, quedando frente al culo de Elisa. No quise perderme detalle. Ella agarró el vestido por su cintura y lo bajó despacio, dejando que el culo de Elisa fuese apareciendo lentamente, saboreando la imagen de aquella voluptuosa y redonda maravilla que, poco a poco, iba desnudándose para su deleite y también el mío. Cuando bajó el vestido lo sacó definitivamente, dejándola solo con su diminuto tanga. Una explosión de placer visual invadió la habitación. Era hermosa, como solo la tentación ...
... sabe serlo. Entonces puso una mano en cada nalga y apretó. Acercó la boca y lo llenó de besos. Yo sentí unas ganas tremendas de hacer lo mismo, pero no me quedó más que resignarme conteniendo mis ganas. Elisa apreció mi calentura y pasó su mano por mi paquete, sintiendo la rigidez de mi polla. Leo metió una mano bajo la de Elisa y suavemente me desplazó unos centímetros.
- Aún no - me avisó dulcemente.
Di un paso atrás, era lo acordado. Leo metió la mano entre los muslos de Elisa, a la altura de la rodilla, y fue subiendo por su parte interna hasta llegar a su tanga y acariciarla sobre la tela. No tardó en quitarlo para volver a poner la mano y sentir su humedad directamente sobre su mano.
- Está empapada, deliciosa.
Separó las nalgas y metió la cara entre ellas. Elisa sintió una sacudida de placer y me miró con la cara encendida. Me hizo un gesto, quería ver como estaba yo. Bajé la cremallera del pantalón y me la saqué para que ella misma respondiera su duda. Se mordió el labio inferior con la mirada clavada en mi polla.
- Separa las piernas - ordenó Leo.
Lo hizo y Leo se coló entre ellas y empezó a lamerle el coño. Un suspiro llenó la habitación. No pude evitar llevarme la mano a la polla y sobarla un poco. Leo retiró la boca e introdujo dos dedos hasta el fondo. Elisa gemía encantada. Los dedos jugaban en su interior. Me agaché frente a su coño viendo la mano de Leo jugar con el coño que deseaba más que nada en el mundo. Pronto sacó los dedos y la tumbó en ...