Su fantasía ideal
Fecha: 18/10/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
Me asaltó la sorpresa cuando mi esposa, a pocos días de haber tenido su primera experiencia sexual con un extraño, me manifestó su deseo de repetir. Me causó curiosidad la propuesta, así que indagué los motivos que la llevaban a ello. Y, con toda naturalidad, me indicó que no le había respondido a aquel muchacho como debiera, pues sentía que se había inhibido, tal vez por tratarse de la primera vez.
Ella pensaba que, debido a que ya existía un conocimiento mutuo con esa persona, un segundo encuentro podría resultar más excitante que el anterior. Ella, por lo menos, sentía que podía soltarse aún más y dar rienda suelta a sus instintos, sin restringirse en lo absoluto. Cabe mencionar que ella había continuado comunicándose con el muchacho y sus conversaciones giraban en torno a todas las cosas que él había dejado de hacer y que deseaba volver realidad lo más pronto posible.
En esas conversaciones él le manifestaba lo mucho que deseaba que ella le mamara su verga con toda intensidad, pues había disfrutado mucho cuando ella lo hacía; pero esta vez deseaba que ella continuara hasta el final. El deseaba inundar su rostro con semen, para que ella viera el resultado de la intensa emoción y maravillas que hacía su boca en su pene. Y ella, quizá imaginando la escena de antemano, sentía curiosidad y un creciente deseo de participar en ese propósito.
Al ver su entusiasmo y decisión, no pude menos que preguntarle a aquel muchacho que era lo que hacía para generar en ella tanto ...
... interés. Ocasionalmente nos comunicábamos a través del Chat, de manera que no fue problema entrar en conversación con él y preguntarle al respecto. Me decía que seguramente mi esposa estaba encaprichada con la experiencia y que, debido a que estaba respaldada por mí, quería satisfacer hasta sus más escondidos deseos. Me comentaba que ya había tenido alguna experiencia con “veteranas” y que, al parecer, todas obedecían al mismo comportamiento. Y sin duda alguna aquella justificación, en nuestro caso, me pareció ajustada a la realidad.
Le comenté que ella tenía el deseo de encontrarse nuevamente con él ya que, según su opinión, la vez anterior le había fallado en su desempeño y creía que podía hacerlo mejor, tanto para beneficio de ella como de él. Y le confié las fantasías que ella alguna vez me había manifestado, en caso de que tal experiencia se pudiera dar. Ella daba mucho énfasis a los preliminares, caricias, besos y abrazos; anhelaba que aquel hombre la tomará en sus brazos, la levantará del piso, rodeando ella con sus piernas el torso de aquel, mientras este la penetraba en esa posición. Creíamos que era algo complicado porque pensarlo es una cosa, pero hacerlo es algo bien distinto. Sin embargo, aquel, tocado en su orgullo masculino, me indicó que podía hacerlo y que iba a hacer lo posible para que todo lo que ella anhelaba se le diera esa noche.
Estando de acuerdo con él de llevar a cabo ese nuevo encuentro, le indiqué a mi esposa que si era su interés volver a ...