Confidencias 20 Alberto me prueba
Fecha: 18/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... Volvimos al salón, él con una cerveza de lata algo grande que se había abierto y yo con el vaso de agua. Curioseé caminando despacio aunque había pocas cosas que ver hasta que llegué a la mesa de trabajo. Tenía varias fotografías enmarcadas y allí estaba él, arrodillado en el suelo pasando el brazo por los hombros a un chico y una chica más jóvenes que él, sentados en un sofá, a su lado, un hombre y una mujer. Una foto de familia feliz. Había otra donde estaba él y un muchacho que parecía o aparentaba mayor, quizá por las gafas que llevaba, le pasaba el brazo por los hombros en actitud cariñosa y los dos reían. Analizando la foto resultaban espectaculares los dos, pero aquel chico era el sumo de la varonil belleza. Cogí el marco en mis manos para apreciar los detalles, parecían dos personas muy amigas por la alegría y el cariño que expresaban, y juraría que enamorados ante el sometimiento amoroso que apreciaba en Alberto ante el abrazo del otro. -Formáis una bella pareja. Sin violencia me quitó el cuadro de la mano y lo colocó dado la vuelta, boca abajo, sobre la mesa. -Sí, lo fuimos, pero eso queda lejos. Me apartó cogiéndome del brazo. Nos sentamos en el sofá de tres plazas un poco alejados. -¿Quieres ver una película o un programa de televisión? Se estaba muy bien y con el calor adecuado. -Lo que tú quieras, no tenemos tanto tiempo. Entonces se quedó callado. -¿Alberto por qué me persigues? Me miró directamente a los ojos, casi no se le veían al tenerlos semi cerrados y ...
... cubiertos por las larguísimas pestañas. -Me gustas, no puedo dejar de pensar en ti, por eso. Dejó la lata sobre la mesa y se acercó hasta que nuestros cuerpos entraron en contacto. Se me ocurrió pensar en el muchacho de la foto que le abraza los hombros, y en lo que pudo haber pasado para que aquel lazo se rompiera. -Deseo besarte y no quiero que te asustes y pienses que te he traído a mí casa para eso. Me había cogido la mano y el agua que quedaba temblaba en el fondo del vaso. Lo deposité sobre la mesa para que no se derramara o rompiera. -Hazlo Alberto, bésame como aquel día. Me miró absorto e incrédulo, y con timidez me sujetó los brazos y se fue acercando mientras tiraba de mí. Sentí su aliento muy caliente sobre mi cara y como se iba acercando a mi boca. Cerré los ojos y esperé temblando más que lo que le notaba a él. Posó los labios como una mariposa que simplemente te roza y me sentí estremecer. Fueron unos segundos tan cortos y abrí la boca, y los alientos se fundieron en uno, me impulsé y el contacto se volvió consistente, sus labios finos rozaban los míos jugosos y carnosos. Se detuvo un momento para susurrar. -No voy a poder detenerme Oriol. -No lo hagas. Comenzó a frotar sus labios corriendo sobre los míos dándoles cortos besos. Saqué la lengua para que la notara al pasar por los labios y abracé su cuello, su lengua se abría paso y yo la dejaba que me invadiera hasta tenerla entera en mi boca jugando con la mía como si fueran conocidas compañeras. -Me encanta como ...