1. Decía que respetaba a la mujer de los amigos


    Fecha: 02/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... mantuve cara de ignorante sin hacerme eco de los comentarios, a pesar de integrar la lista de los cornudos figurando entre los de cornamenta mejor arbolada. Satisfecha la curiosidad decayó el tema y nunca más supimos de él.
    
    Dos o tres días después uno de los chismosos profesionales, que además estaba en la lista de los corneados, se acercó mientras tomaba un café.
    
    - “Te acompaño?”
    
    - “Encantado”.
    
    - “Vos fuiste el que provocó el problema de salud del jefe?”
    
    - “No tengo idea de lo que estás hablando”.
    
    - “El día de tu ascenso todos nos sorprendimos, aunque algo vislumbramos sobre la causa. Al rato la duda quedó resuelta pues, el basura de Pablo, contó que al día siguiente vos le entregabas a Graciela en bandeja de plata, dejándole libre la cama matrimonial. Que justo la mañana posterior a la noche pactada para la entrega, el arrogante galán apareciera con seis fracturas y los genitales hechos puré es demasiada coincidencia como para no adjudicarte la autoría. Seguramente no vas a aceptar lo que hiciste, pero aquellos que tuvimos que agachar la cabeza para no perder el trabajo te estamos muy agradecidos”.
    
    Han pasado, una semana desde que asumió el nuevo jefe y diez días desde que desapareció el anterior. También se han extinguido las reuniones del grupo, y para mi mujer, los mensajes a la una de la mañana, los moretones en las tetas, la marca de dedos en las nalgas, el tiempo de trabajo fuera de horario y, para colmo de males, una ausencia que le provoca ...
    ... síndrome de abstinencia, buen sexo.
    
    Por el contrario yo estoy disfrutando. En mis compañeros de trabajo, lo que antes eran miradas de compasión o desprecio se transformaron en expresiones de cordialidad y respeto; además faltan las actitudes de perdonavidas de mi superior, pero lo más gratificante está en casa.
    
    Me resulta tan placentero como un orgasmo contemplar a mi mujer en el hogar. Esperando la llamada que no llega sin saber cuánto durará la espera. La angustia de enviar numerosos mensajes por día sin recibir respuesta y sin tilde de haber sido abierto. La ansiedad irresuelta de no poder preguntar por el amante al único que algo podría saber, es decir a su marido. Las sesiones masturbatorias en el baño que no calman su deseo, mientras yo me mantengo a prudente distancia desde aquel episodio en la pileta, lo cual hizo que en una cena me interrogara.
    
    - “Te pasa algo que hace tiempo que no me tocás?”
    
    - “Buenísima pregunta. En la oficina, Pablo cuenta, a quien quiera escucharlo, que vos sos la mejor puta que ha tenido. Que nada ha quedado sin probar y siempre con resultados sobresalientes, pues él solo se limita a esperar que lo busques desesperada por chupar, tragar semen, y comerte su rabo por delante y por detrás. Como contrapartida, entre el personal, ostento el triste privilegio de ser el rey de los cornudos”.
    
    - “Y no hacés nada?”
    
    - “Después de ver dedos marcados en tu nalga y moretones en las tetas, que vos trataste de ocultar, lo que hago es, calladito, ...
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