1. Esposo mañoso


    Fecha: 09/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Caaquivana, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras lo miraba a los ojos, estaba perdida pero no lo disfrutaba, mi marido estaba prácticamente a menos de medio metro y yo con un palo duro pegado a un mocoso entre las manos.
    
    -No tía, así no, quiero metértela, la mamas muy rico, pero mi lechada hoy se queda dentro de ti.
    
    -Bueno si eso quieres cabrón vas a tener que demostrarme que realmente lo deseas
    
    -¿Qué quieres que haga tía?
    
    -Es que me da miedo que mi marido despierte
    
    -¿Quieres que pida otra habitación? Mi amigo me da chance.
    
    -No, para nada, ya le dijiste a tu amigo que yo era tu tía y si pides otra habitación tu amigo va a saber que me cogiste y no quiero eso, aquí va a ser y cuándo te vayas, no sé qué tengas que decirle a tu amigo, pero no me comprometas
    
    -No te preocupes, me salgo por otro lado y le dijo que creo que si lo salude, muy despierto no se pasa toda la noche.
    
    -OK, ven, vamos del otro lado de la cama, Dios quiera y no despierte tu tío, ven dame una buena mamada a mí.
    
    Me quite el vestido y el sostén, quede desnuda, el se bajo pantalón y bóxer, se dejo su camisa, me recosté y abrí totalmente las piernas, se subió a la cama y me empezó a chupar, no lo hacia bien, lo estuve guiando, mi clítoris era realmente grande, ya hinchado parecía un pitito o un verga pequeña, lo acercaba y lo retiraba, le decía que metiera la lengua lo más profundo y luego lengüetera mi pitito, lo lleve a besarme el interior de mis muslos, me recorría un poco con las piernas y lo hacia lamerme el culo, ya no ...
    ... aguante y tuve mi primer orgasmo, riquísimo pero lleno de culpabilidad.
    
    -Tía deja te la meto por favor, ya no aguanto
    
    -Si, ven, así como estoy, súbete, métela, así, asiii. Espera no te muevas
    
    -¿Te lastimo?
    
    -Si, un poco
    
    Que demonios me iba a lastimar, era un monumento de verga, pero después de dos partos y aunque no muy usada, mi panocha se podía comer lo de un burro, no, no me lastimaba, pero hace tanto que no me cogían tan rico, que aun sintiéndome sucia y usada, quería disfrutarlo, aunque fuera un poco.
    
    -Ahora si muévete, así, así, mi niño, cógeme bien rico, así, asiii.
    
    -Tu me dices si estoy bien tía.
    
    -Dime Carmen, por favor
    
    -No, siempre serás mi tía, años soñando con esto.
    
    -Acuéstate tú, deja me monto yo
    
    -Si tía quiero mamarte las tetas y besarte
    
    -Bésalas, bésame, hmmm, que delicia
    
    -Si, pero dame la espalda, quiero ver tu culo.
    
    -Eres un degenerado, ¿quién te enseño todas estas cosas?
    
    Mo voltee muy rápido, lo que vi me dejo sin aliento, ya no escuche lo que respondió Manuel, mi esposo estaba roncando, pero tenía los ojos totalmente abiertos, los cerro y se volteo hacía otro lado, entonces me cayo el veinte, como decimos acá, nunca estuvo dormido, ni lo bastante borracho como para no darse cuenta, esposo mañoso, de pronto me sentí liberada, si esto es lo que querías amor mío, me lo hubieras dicho y listo, ahora lo vas a tener, recordé todo lo que le gustaba que le dijera cuándo lo calentaba.
    
    -Dame duro mi muchachito, que buena ...
«12...456...9»