1. Las apariencias engañan (1)


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Hetero Autor: El otro yo, Fuente: CuentoRelatos

    ... otra cosa que imaginaste estos días que me hacías? – completó después de sentarse en mis piernas
    
    - La remera animal print que tenías el otro día hizo locuras con mi mente.
    
    - Decime más – indicó mientras besaba mi cuello entre sonrisas.
    
    - Ufff. Te imaginé arriba mío frotándote con mi pene – empezó a frotarse despacio – Yo desnudo ahhh y vos con toda tu ropa. Tus pechos apretados por la remera
    
    - ¿Así? – Preguntó levantando sus dos senos con sus manos – asentí con la cabeza. Ella tomó mi rostro y me besó
    
    - Ajá. Veía tus pezones marcados y tus tetas moverse mientras te mecías. Era como si cogiéramos a través de la ropa.
    
    Se paró y alejó la silla de la mesa. Después desabrochó y bajó mis pantalones. Volvió a colocarse en mis piernas, juntando sus geniales con los míos. Me besó acercando su pecho y rozándome con los pezones. Tuve que separarme para gemir. Llevó una mano a mi cuello y me rasguño suavemente. Con la otra mano acomodó mi miembro sobre su tanguita. Empezó a moverse despacio más preocupada por su equilibrio que por lo que estaba haciendo. Se paró en puntas de pie y colocó sus manos en mis hombros. Con la estabilidad lograda comenzó a hacer círculos sobre mi pene. La punta del mismo entraba y salía de su vagina a través de su ropa interior.
    
    A medida que ganaba seguridad Analía se movía con mayor amplitud. La estimulación recibida por mi aparato era intensa, pero no me permitiría acabar. No sin incluir a toda mi pija. Sin embargo no podía parar de ...
    ... gemir. Tenía la boca abierta en un jadeo infinito. En un momento llevó un pulgar a la comisura de mis labios y me besó. Nuevamente acercó sus pezones hasta apenas acariciarme. La punta de mi miembro estaba envuelta en su bombacha y rozaba su clítoris.
    
    Se separó sin soltar mi rostro. La miraba hacia arriba con mi boca entreabierta.
    
    - Como previa está bien – dijo levantándose – Pero no se acerca ni un poco a coger de verdad
    
    - Me lo había imaginado acostados – dije aún sin poder pensar con claridad.
    
    - Está bien bebé – se sentó encima de mí dándome la espalda – podemos probarlo así después – Acomodó mi pene entre sus nalgas y acercó la silla a la mesa – ahora terminemos de comer.
    
    Con la mente nublada por la calentura apenas que pude asentir. La cola de Analía se movía arriba y abajo sobre mi pene. Besé su cuello mientras le agarraba una teta. Mi mano libre buscó su vagina. Analía abrió sus piernas facilitándome el acceso y gimió cuando introduje dos dedos a través de la tela que la cubría. La mano sobre su seno lo masajeaba y apretaba con distintas intensidades. “Mmmm mucho mejor bebé” ronroneó ante mis caricias, haciéndome creer que se iba a entregar a la lujuria.
    
    Para mi sorpresa y decepción agarró su tenedor y siguió comiendo, mientras no paraba de menear su cola. Después de morder de su plato tomó mis cubiertos y me ofreció del mío. Continuamos cenando sin dejar de tocarnos. Yo no podía más de la excitación. Quería apoyarla en la mesa y metérsela duro. Sin ...