Nata, mi colegiala
Fecha: 17/04/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: RAL80, Fuente: CuentoRelatos
... dormitorio. Yo iba detrás y no podía dejar de mirar su culo, pues llevaba un pantaloncito de pijama muy pequeño y una camiseta, también muy ajustada.
Ya en mi dormitorio volvimos a besarnos mientras ella me abrazaba y yo acariciaba sus muslos y sus glúteos. Poco a poco nos recostamos sobre la cama y ella acariciaba mi cara mientras me regalaba pequeños besos.
Impulsivamente me empujó hacia atrás y se quitó la camiseta dejando al aire unos pechos, no muy grandes, pero muy apetecibles. Yo me acerqué y empecé a jugar con mi lengua sobre ellos consiguiendo que sus pezones se pusieran duros. También me deleitaba acariciando sus piernas mientras aquel bombón me rodeaba con ellas.
De nuevo ella me empujó y se quitó el pantalón. Yo me quedé mirándola mientras ella jugaba con sus dedos en su zona íntima, perfectamente rasurada, y se mordía el labio inferior. Yo solo tenía puestos unos calzoncillos muy justos y que no dejaban estar a gusto a mí miembro viril, pero ella rápido me los quitó y empezó a jugar conmigo.
Después de un rato de juegos, besos y abrazos quiso bajar a "beber" de mi pero yo preferiría beber de su boca. Ella se molestó un poco y quería marcharse. Al ver que yo respetaba su decisión se dio la vuelta y dijo:
-me tienes loca
Luego se tumbó en la cama abrió sus brazos llamándome a hacia ella. No lo pensé y me fui hacia ella colocándome perfectamente entre sus piernas. De nuevo los besos se sucedían y mi mano derecha acariciaba su pecho ...
... izquierdo, mientras la izquierda la sujetaba por la cintura hasta que en el momento justo empuje un poco arrancando así un gemido de su garganta. Ella respiraba fuerte pero se movía acompasada conmigo mientras que mi miembro entraba cada vez un poco más.
Con cada empujón yo la daba un beso, o acariciaba su cintura, o gemía a la vez que ella, o... un sinfín de detalles por parte de los dos, que denotaban placer mutuo. A mí me bajaba el sudor por la frente y se deslizaba por mí cara hasta caer desde mi nariz y notaba como ella también sudaba pero no aflojaba sus piernas que me tenían preso contra ella. Las embestidas eran cada vez más rápidas y fuertes, pues yo estaba a punto de terminar, y en el momento en que iba a hacerlo ella se enganchó, con sus labios, a mí pecho como una ventosa. Me abrazaba fuerte por la espalda y sus piernas a penas me dejaban mover mientras yo dejaba "todo mi amor" dentro de ella.
Habiendo terminado me retiré de encima y ella me empujó para tumbarme y quedarse abrazaba a mí durante un buen rato.
Cuando ya habíamos recuperado el aliento y nuestros corazones latían con normalidad ella me dio una retahíla de besos y dijo:
-mañana me llevas a clase
Luego se vistió, me tiró un beso y se fue por la ventana.
Yo muy cauto me asomé a la puerta para cerciorarme de que nadie se había enterado, pero casi me caigo al suelo cuando vi a mi padre, en medio del pasillo, moviendo la cabeza de un lado a otro como demostrando su desaprobación.