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Día y noche
Fecha: 18/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... acudió a urgencias donde solicitaban su presencia. Eran las diez de la noche. Eligió una falda corta, y para la parte superior, un suéter ajustado que dibujaba su silueta. Unos tacones de vértigo elevaban su horizonte doce centímetros y un abrigo negro ocultaba sus contornos con objeto de protegerse del frío de la noche. Llamó a la puerta y un hombre maduro la recibió. El otro, unos pasos más atrás, se aproximó para presentarse. Rondaría los cincuenta. Se saludaron con un beso cordial y el más joven le cogió el abrigo. Ambos contemplaron con avidez la figura de la joven y ratificaron la calidad de la mercancía por la que iban a pagar. —¿Te apetece un poco de cava? —le preguntó el hombre de mayor edad mientras lo servía en las copas. La joven doctora asintió, cogió la copa y bebió un sorbo contemplando al de la perilla. Le echó poco más de cuarenta. Era apuesto, bien proporcionado y con cierto aire de galán. El aspecto de su socio, en cambio era más ordinario. Mostraba más semejanza con un camionero al que le habían obligado a vestir con un traje de alquiler para ir a una boda, que con un ejecutivo. Lucía una barba tupida, y una incipiente panza que no ocultaba remataba el estereotipo de camionero chabacano. Ambos varones se quitaron la americana e invadieron el espacio vital de Valera. Ésta retrocedió unos pasos a fin de reclamarles el dinero por adelantado. El galán de la perilla sonrió, cogió su billetera de la americana y le pagó la cantidad acordada ...
... mientras su socio se manoseaba la entrepierna contemplando a la joven y atractiva fulana. Valera guardó el dinero en su bolso, y como si hubiese dado el pistoletazo de salida, ambos individuos se abalanzaron sobre ella hambrientos de carne tierna. El suéter voló por encima de las cabezas y aterrizó en el suelo, al tiempo que cuatro manos se apresuraban en explorar cada centímetro de la anatomía de la joven. El sujetador tuvo el mismo sino y dos senos perfectos, adornados con unos pezones que apuntaban directamente al techo dieron la bienvenida a la fiesta. El fulano de aspecto tosco se situó por detrás y cogió ambos pechos con las manos como queriendo emborracharse con ellos. Su boca recorrió el cuello de la joven mientras ésta notaba como el rancio aliento de ginebra le provocaba cierto rechazo. La efusividad con la que el hombre rozaba su entrepierna en su trasero era aplastante, dado que una erección considerable pretendía perforarla a través de la prenda. Valera percibió como la excitación empezaba a socavar sus bajos con unos dedos avanzando por dentro de la diminuta falda buscando hurgar en la humedad de su raja. Cerró los ojos y se dejó manosear por las inquietas manos de sus clientes. El chapoteo de los dedos incursionando en su sexo se hizo notar junto a los gemidos que iban escapando de su boca. Una mano condujo a la de Valera hasta el miembro del hombre tosco situado a su espalda. Valera lo cogió, lo palpó e hizo un análisis morfológico mental de la verga que ...