Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX) - Relatos Eróticos

Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX)

Reflexiones y reencaminando mi vida.

Al día siguiente desperté casi a la una, tenía salida del hotel a las 3 de la tarde, me sentía exhausto y con nada de ánimo de manejar hasta Querétaro, me bañe y baje decidido a la recepción a prolongar mi estancia un día más, no hubo problema y salí a comer a un restaurante cercano de mariscos previa consulta con personal del hotel. Pedí un Uber y mientras recorría la ciudad el mundo me parecía extraño, entre de nuevo en una soledad justo como me había sucedido después de dejar a Lety y Marco aquella noche de locura sexual.

Ya instalado en la marisquería esa sensación aumento, el sitio estaba a reventar, cientos de voces, música, familias enteras conviviendo y yo en una mesa de 4 sillas a mi entender era el único comensal que en domingo estaba en ese lugar solo, pedí una enorme campechana y una cerveza, disfrute mucho la comida y me tome otras dos cervezas que me regresaron el ánimo, entonces iban llegando las imágenes de la orgia de anoche, mi amistad con Marco y Lety, el como llegue a participar, inevitablemente sentí que mi miembro se eructaba, esta vida era muy excitante, veía en las otras mesas parejas la mayoría conviviendo con sus hijos o amigos e imaginaba que eran parejas que también habían vivido la misma experiencia que yo, algo absurdo por supuesto, era otro mundo y en el “mío” me sentía solo, y en el mundo de Marco y Lety (más mis nuevos amigos swingers) para vivirlo totalmente e integrarme debería hacerlo en pareja ...

... o esperar alguna invitación como single.

Recordé a Enrique y Eugenia una pareja joven, igual con hijos, que en su día a día eran una pareja normal como las que ahora veía en ese restaurante, Lety y Marco, una pareja madura con hijos ya realizados que para ellos era ya un estilo de vida que vivían sin ningún tipo de prejuicio, recordé a las otras parejas, Martha y Pedro, las chicas que asistieron solas, la chica fitness con su cuerpazo, ufff me estaba realmente excitando, recordé a los otros chicos, a Ramiro, joven muy simpático y al afligido Juan con el tema de su novia, y por supuesto a Sandra y Mau, la imagen de una esposa joven, con cuerpo de modelo, con su inicial timidez y recordarla al final recostada y desnuda en uno de los sillones con sus sexos expuestos e hinchados además recordarla como la usamos, sus gemidos y orgasmos, yo quería eso! Ser como Mau ir a reuniones y disfrutar, también tener a alguien a quien compartir y disfrutar, mirarla gozar como lo hacían Marco, Enrique, Mau, Pedro. Mi erección era inevitable y total, un mantel y la mesa lo cubría, las imágenes llegaban.

¿A quién podría de todas mis parejas con las que salía y tenía encuentros sexuales invitar o tratar de convencer? ¿Aurora la doctora? Bonito cuerpo casi de mi edad, la imagine en la reunión de anoche siendo penetrada por otros hombres. Pedí la cuenta y deje de imaginar me estaba sobreexcitando, pague, pedí de nuevo mi transporte, y me fui a mi habitación a descansar, masturbarme y seguir ...