Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX) - Relatos Eróticos

Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX)

... imaginando y recordando.

Rara vez me masturbo, jamás tuve grandes espacios de soledad, sentía deseos y simplemente buscaba con quien tener relaciones. Esa tarde necesitaba hacerlo, tenía demasiado material en mi cabeza, necesitaba recurrir a mi gurú.

-Marco buenas tardes amigo, decidí quedarme un día más aún me siento algo cansado.

-¡Hola muchachón! Hace un momento Lety me pregunto si te habías comunicado, en verdad pensé irías ya de viaje o estarías en Querétaro.

-Ho no Marco, esa era la idea, pero sinceramente pensé sería peligroso, mañana temprano me iré.

-Bien pensado amigo. ¿Y qué haces?

-La verdad, descansando y recordando lo vivido anoche.

-Ufff si amigo el recalentado es lo mejor, recordar lo bien que se la paso uno, ese ha sido nuestro tema del día.

-¡Genial!, que interesante que sean cómplices.

-Si, todo el día hemos estado sensibles y excitados, tenemos visita como casi todos los domingos están aquí mi hijo, su esposa y mi nieto, pero en cuanto se vayan nos vamos a dar un atracón.

-¡¡¿En serio?!! Que bien, bueno Marco solo quería saludarte.

-Gracias por la llamada, ¿estas bien amigo?, te noto raro.

-Jajaja eres único Marco, si me siento un poco raro, me gusto mucho lo que viví y ya no soy el mismo, digamos que me siento solo.

-Es normal cruzaste un umbral, la mente y la sexualidad son los motores más poderosos de energía que tenemos, cualquier cosa no dudes en llamarme, descansa y mastúrbate jejeje.

-Buenas noches, ...

... saludos a Lety.

Inicie un recorrido mental de mis posibilidades con parejas con las que salía y que al igual que yo eran solteronas, quien podría encajar para hablarle del tema, quien podría ser lo suficientemente de mente abierta y encontré dos opciones, Aurora la doctora y Elena una chica que trabajo en el despacho y con la que tuve algunas salidas. Al final descarte a Elena ya que ella buscaba una estabilidad y no me gustaba tanto como para ofrecérsela. ¿Y porque no llamar a la doctora?

-¿Aurora? ¿Como estas?

-¿Hola David y ese milagro y en domingo?

-Pensaba en ti, estoy en Guadalajara y me dije: ¿porque no llamarte?, ¿cómo estás?

-Descansando en mi casa. Y que haces en Guadalajara?

-Vine a ver a unos amigos, una pareja que conocí en Querétaro y van a construir allá su casa.

-Muy bien, fuiste a negocio.

-En parte si, y también de paseo me invitaron a una fiesta de cumpleaños muy rara.

-¿Ha caray, como rara?

-Pues, no me vas a creer, pero en realidad fue una orgia, todos contra todos.

-¡¡¿Que?!! ¿Estas bromeando verdad?

-¡No!, es en serio – Por alguna rara razón la escuchaba y me masturbaba.

-¿Pues qué onda con esa pareja?

-Pues son swingers

-¿Y tú lo sabias?

-¡Claro que no! – Mentí

-¿Obvio te fuiste de esa fiesta, o qué onda?

-Pues me quedé, no supe que hacer.

-¡¿Que?! Que asco

-¿Por qué? ¿Cada quien sus gustos no crees?

-Eso es de gente enferma.

-Y yo que te hablaba para ver si me acompañabas a una fiesta ...