Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX) - Relatos Eróticos

Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX)

... que te comenté que estuve en Guadalajara hace un par de meses?

-Si recuerdo me comentaste que visitaste a alguien.

-Fui invitado a una fiesta de cumpleaños de amigos de ellos, otra pareja.

-¿Fuiste tu solo?

-¿Si, tú crees?

-¿Y desde cuando los conoces? No sabía de ellos.

-En realidad, solo los había visto una ocasión, de ahí nació la amistad.

-¿Esta como raro no? – Otra característica que no me gustaba de esta chica era lo posesiva que solía ser.

-Bueno, raro, raro no entiendo porque, en fin, ya llegamos.

-Pues raro de que apenas los conoces y ya te invitan y vas hasta a Guadalajara a verlos. ¿No será que hay alguien más a quien fuiste a ver?

-No para nada, solo a ellos y fui a la fiesta, se que serán buenos clientes, me interesa.

Llegamos al sitio, pero en mi ya estaba germinando la semilla de la excitación al saber de su próxima llegada, la posibilidad de volver a tener a Lety o quizá algo más, iban a visitar a otra pareja quizá era la pareja que tenían también amistad con Eugenia y Enrique, quizá fuese la posibilidad de entrar a este excitante mundo en mi ciudad. En esas cavilaciones estaba cuando.

-Te quedaste muy serio. ¿Es por el tipo que te llamo?

-¡Claro que no! Y bueno venimos a pasar un buen fin de semana como me lo pediste. ¿Te pido otra margarita?

-¡Si y otra para ti a ver si confiesas!

-Jajaja nada que confesar, nos tomamos unas y nos vamos al hotel porque hoy me siento muy cachondo, ¡te voy a dar hasta para ...

... llevar!

-Mmmm… entonces compramos algo y nos vamos al hotel de una vez.

-¡Hecho! Te vez muy rica.

Abandonamos el lugar y pasamos por una botella de vino dirigiéndonos enseguida a nuestro hotel entre besos y abrazos de enamorados. Elena es un chica muy caliente en el modo convencional, muy cariñosa, multiorgásmica, complaciente y me hacía sentir como un semental, practicábamos el sexo oral y las posiciones tradicionales; misionero, de perrito, montada sobre mí, y aunque jamás le correspondí le gustaba decirme que me amaba y que solo era para ella y promesas de hacerme el hombre mas feliz de la tierra, sexualmente lo conseguía, pero….yo estaba infectado necesitaba algo más, el sexo tradicional y rutinario ya no me llenaba. Quizá por el efecto de la llamada de Marco y el alcohol decidí esa noche aumentar mi apuesta con Elena.

Solo hubo tiempo de tomar una copa en la cama para iniciar nuestro ritual amoroso sexual, Elena de inmediato tomo mi miembro y se lo metió en la boca dándome como siempre una rica mamada, me deje hacer y llegaron de golpe las imágenes sexuales vividas con mis amigos swinger, Elena paso a la acción montándose sobre mi verga erecta besándome con pasión, le acaricie sus pequeñas pero respingadas nalgas e hice algo que jamás le había hecho, acaricie con la yema de mis dedos su ano, dándole suaves caricias, como vi que no me reclamo, ensalive un dedo y se lo introduje un poco, Elena me retiro la mano y solo me dijo un “NO” con una sonrisa, pero volví a la ...