Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX) - Relatos Eróticos

Mi joven esposa, mi amiga, mi amante, mi puta (IX)

... carga.

-¿Qué haces amor? Me lastimas.

-Solo un poco, siento rico tocarte ahí, ¿no te gusta?

-No se…es algo raro me da pena

-¿Pero te gusta?

-Me incomoda…mejor súbete arriba de mí.

-Me gusta así. ¿No te gustaría que lo hagamos por ahí?

-¡¡¿Por atrás?!!... ¡Claro que no!

-Anda…me gustaría mucho

-¡Por delante lo que quieras papito… por atrás olvídalo!

-¿Porque no? Hay parejas que lo hacen

-Lo se…pero a mí no me gusta.

-¿Ya lo has hecho?

-¡Claro que no!...

-¿Entonces? Como sabes que te dolerá? Seré cuidadoso lo prometo.

-¡No!

-¿No tienes fantasías?

-Si, contigo

-¿De qué tipo? Cuéntame me calienta eso.

-¡Oye estas muy extraño!

-Ya tenemos tiempo saliendo. ¿Hay confianza no? Yo si tengo fantasías…

-¿Conmigo verdad?

-Cuéntame las tuyas y te cuento las mías.

-Pues, así como hoy que salimos de viaje, o que vamos a Cancún y hacemos el amor en la playa bien rico, cosas así amor. ¿Tú que sueñas?

-Pues soñar a veces, pero más bien las fantasías las tengo con los ojos abiertos.

-¿Sí?... ¿Como que amor? Como me sueñas?

-¿Pues…te digo?

-Siii anda! Yo ya te conté

-Pues que estamos, así como ahora cogiendo.

-Ufff que vulgar papi, jejeje está bien. ¿Qué más?

-Jajaja que estamos así cogiendo como ahora, que estas montada sobre mí y llega un amigo y… te la mete por el culo bien rico…

-¡¡¿Que?!! – Elena dejo de moverse y me miro con ojos de plato, pero evidentemente molesta.

-Es solo una fantasía. ¿No ...

... te excita?

-¿Es en serio? Es lo que soy para ti? ¿Una puta?

-Nooo… No espera – Elena se levantó y se metió al baño y con toda razón y yo con mucha culpabilidad la escuche llorar

-¡Todo mundo me dice que no soy nada serio para ti! – Me gritaba desde adentro del baño

Trate de convencerla que solo era “por la calentura” del momento, pero fue imposible, esa noche cada quien durmió para su lado y al día siguiente regresamos temprano a Querétaro, hablamos poco en el camino, definitivamente estaba muy dolida y lo respete, fue la última vez que salimos, todo termino. Para ella no era el hecho de la fantasía de un enfermo, sino el que no la consideraba importante y única como lo era yo para ella.

Definitivamente me llegue a plantear que requería ayuda psicológica ya que estaba desvirtuando las relaciones que podría entablar para tener una pareja, además aun existía en mi la inquietud de formar un hogar.

Lo vivido con Elena me deprimió un poco además de que no era precisamente la persona mas discreta del mundo y el haber trabajado en el despacho la hacia tener cercanía con algunos de mis compañeros o empleados, por ahora era una chica despechada y yo un enfermo depravado.

A las dos semanas me llamo Marco.

-Hola David, llegamos mañana jueves. ¿Como andas para vernos el viernes por la mañana?

-Hola Marco, claro que sí, ¿cuántos días estarán en Querétaro?

-Nos regresamos el lunes a primera hora.

-Muy bien. ¿Cuál es el plan si se puede saber?

-Descansamos ...