1. Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (19)


    Fecha: 04/05/2024, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca de Carolina que le encantaba que le comieran su sexo.
    
    —Tampoco quiero divagar mucho, porque no merece la pena. Salía con un tío mayor, dos años más que yo, ahora parece una distancia enana, pero cuando tienes dieciséis, es la leche. El caso es que yo de maravilla, me trataba bien, o eso creía, me llevaba a sitios en el coche… bueno te imaginas una relación de una adolescente. El caso es que la historia se resume muy fácil, me pidió unas fotos… picantes… también te imaginas, y pues estúpida de mí se las envié.
    
    —Hijo de puta…
    
    —Exacto, las pasó. Mira, a mí enviar esas fotos casi que me gustaba, es tu pareja, te ve desnuda y en peores situaciones, no me importa, pero cuando las envió, se me cayó el mundo encima. Según él, le habían quitado el móvil, pues hijo de puta, pártele la cara al que lo haya hecho. —Carol se encendía con el tema. El sabor de la cerveza la serenó— Resumiendo, que la foto corrió por varios grupos y todo muy gracioso, claro…, por eso… después de un año de mierda, entre en la universidad, vi la oportunidad y vine aquí. Quería dejar el agua correr, es lo que siempre dice mi padre, al final suelen ir olvidándose del tema porque aparecen otros más jugosos…
    
    —¡Joder! Menuda putada, Carol. Te diré que lo siento mucho, aunque creo que no te ayudará.
    
    —Lo peor no es eso, Sergio, que va. Lo peor viene después, las burlas, las mofas, porque en la foto no se apreciaba muy bien que era yo, si me conocías lo sabías, sino no. Gente que no me conocía me ...
    ... mandaba mensajes para follar, era todo tan asqueroso y violento. Tal vez eso sea lo más asumible de todo, lo borraba y punto, pero… aquí viene lo mágico de la vida. En mi grupo de amigas éramos una decena de chicas, tía arriba, tía abajo y lo cojonudo de todo, lo más maravillo, es que algunas se mosquearon por ir enviando esas fotos.
    
    Sergio torció el rostro sin comprender lo que sucedía, la música seguía sonando y un rayo cayó a varios kilómetros, pero le daba lo mismo, solo tenía ojos para su amiga.
    
    —Ahora estoy bien, pero lloré mucho. Pienso que esas hijas de puta, no tienen otro nombre, no eran mis amigas y me odiarían o querrían comerle la polla al que era mi novio, no lo sé. El caso es que me tildaron de zorra y el grupo se dividió, mis fieles amigas, nunca una palabra tuvo tanto significado, me apoyaron y a día de hoy cuando vuelvo quedo con ellas. Son mi mundo, las amo y me aman. Sin embargo, a día de hoy, después de varios años, me cuesta pisar el que ha sido mi pueblo.
    
    —Ahora mismo se queda corta mi oscura historia. —remarcó lo de oscura queriendo cambiar la expresión de Carol, no lo consiguió— Quizá sea una frase muy usada, pero si pudiera hacer algo…
    
    —¿Máquina del tiempo? ¿Tienes una? —forzó una media sonrisa, pero sus ojos verdes manaban tristeza.
    
    —Tengo que mirar en mi trastero, pero creo que se la dejé a un amigo y nunca me la devolvió. —apartó la lata acabada de su mano y la dejó en el escritorio, fue hasta el ordenador y su cerebro pensó rápido en ...
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