1. El radiólogo gimnasta del pre laboral


    Fecha: 07/05/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... notaba que la humedad de mi pija parada mojaba el camisolín y la sábana de la camilla.
    
    -Ya estás listo, ahora te voy a poner la cánula con el contraste.
    
    -¿Nada más?, le dije en tono de broma.
    
    -Ya veremos, según cómo salga el estudio, que seguro irá bien, me dijo al oído, sin sacar aún sus dedos de mi culo ansioso y acariciándome el glúteo con su otra mano.
    
    De a poco, con suavidad, me introdujo la cánula en el ano y empezó a inyectarme el líquido de contraste, mientras seguía acariciando mis glúteos delicadamente y me los separaba un poco para no causarme molestias.
    
    -¿Está todo bien?, le pregunté.
    
    -Mejor que bien, me dijo y fijate en el monitor como ingresa el contraste.
    
    Tomó varias radiografías dentro de su cubículo, pidiendo que no respirara cada dos o tres minutos, lo que me costaba porque estaba realmente agitado por la excitación, pero respondí bien. Después de varios minutos de bascularme hacia un lado y otro, me dijo:
    
    -Tenés el intestino muy largo.
    
    -No sabía.
    
    -Pero no hay nada sospechoso, parece. Estás muy bien.
    
    -Gracias, le dije, y dejé escapar un: Vos también… quise decir que me hiciste bien el estudio.
    
    -Ya terminamos la seriada, pero tenés que ir al baño a eliminar todo el líquido de contraste posible, pasás por el bidé para limpiar impurezas y te vuelvo a revisar.
    
    Como pude, me desplacé al baño ocultando mi erección. Mientras hacía mi deposición, se acercó a la puerta del baño y me preguntó si me molestaba que se quitara la ...
    ... camisa del ambo, porque estaba acalorado tras seis horas de trabajo.
    
    -Para nada, ponete lo más cómodo que quieras.
    
    Me lavé bien el culo con el bidé enjabonando con la mano y volviendo a enjuagar, me sequé y volví a la sala. Cuando lo vi sin camisa, quedé sin aliento y se me volvió a parar la pija. Lo notó y me dijo que no me preocupara porque solía pasar por los masajes del perineo y la próstata.
    
    -Es que tenés un cuerpo perfecto, le dije.
    
    -Gracias, hago mucha gimnasia y trato de comer sano, me respondió.
    
    -Y estás todo depilado, ya sin control, mirando su bulto ya morcillón.
    
    -Sí, para no rasparme haciendo las rutinas me hice la depilación definitiva en todo el cuerpo, me dijo con naturalidad.
    
    Me recostó en la camilla, con mi culo en pompa, no se colocó el delantal de plomo, se puso guantes limpios y untó dos dedos de cada mano con el gel. Te voy a separar los glúteos así procedo más libre.
    
    -Dale, le dije, absolutamente entregado.
    
    Vi el monitor apagado y me fue penetrando con dos dedos de una mano y luego con los dedos de la otra. Entraba dos dedos al fondo, los sacaba y metía dos de la otra mano.
    
    -Vamos bien, me dijo.
    
    -Vas muy bien, le respondí.
    
    -¿Te podés relajar un poco?
    
    -Claro que sí.
    
    Fue la señal para que me pusiera los cuatro dedos, arrancándome un gemido prolongado de placer.
    
    -¿Estás bien?
    
    -Puedo estar mejor, le dije, ya fuera de mí.
    
    Se quitó los guantes, me acarició y separó los glúteos, apoyándome su bulto duro entre ...