1. El radiólogo gimnasta del pre laboral


    Fecha: 07/05/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... el fondo, chupando y resoplando, tomándolo de sus glúteos firmes y redondos e instándolo a cogerme por la boca. Debimos haber estado unos diez minutos así cuando se puso tieso, arqueó el cuerpo hacia atrás, resopló y bufó como el semental que era y se vino dentro de mi boca, que no dejó escapar ni una gota de su semen viscoso casi transparente, no tan espeso y blanco como el que había quedado en el preservativo.
    
    Chupé y seguí chupando con frenesí, deseando que no se terminara nunca mi felación y tratando de que recuperase su erección, pero no lo conseguí, así que me volqué a tragarme sus huevos y lamer su glande que tanto deleite me causaba. Me detuvo acariciando mi cabeza, volvió a besarme y se arrodilló frente a mí, apoyándose en mis rodillas ante mi pija erecta y chorreante de líquido seminal que lamió delicadamente. Se apoderó de mi glande y lo lamió y chupó, estremeciendo todo mi cuerpo y empezó a chuparme el tronco y el glande con paciencia y delicadamente.
    
    En menos de cinco minutos le dije que me venía, que por favor siguiera, por favor, repetía sin cesar, hasta que eyaculé varios chorros de semen en su boca, que tragó con sumo gusto, relamiéndose las gotas que le salían por las comisuras. Nos besamos larga y apasionadamente, no lo quería soltar por nada del mundo, hasta que me dijo que debíamos vestirnos y salir porque iban a sospechar en el servicio.
    
    Vistió un conjunto entallado y ceñido de gimnasia de ...
    ... color lila que volvería loca a alguien que yo sabía, compartimos las últimas pastillas de menta que me quedaban y nos dimos un nuevo morreo antes de abrir la puerta de salida. Me avisó que se contactaría para notificarme los resultados del estudio, además de entregárselo al futuro empleador.
    
    -Pero no te preocupes, que está todo bien. Puede ser que me quede un turno libre y te llame en la semana para una nueva sesión, sin contraste ni rayos, si te parece bien.
    
    -Me parece fantástico, pero cómo es tu nombre, le pregunté.
    
    -Me llamo Federico.
    
    -Mucho gusto, Fede, le dije y salimos del centro médico.
    
    Cuando encontré a mi novia, estaba exultante.
    
    -¿Cómo te fue?
    
    -Muy bien, salió todo perfecto, y la besé apasionadamente en la boca.
    
    -¡Qué rico gusto a menta!, me dijo.
    
    -Me las dio el radiólogo.
    
    -Qué amable.
    
    -Sí, gentilísimo y una hermosa persona, le respondí.
    
    Y le susurré al oído que me la quería coger allí mismo, en la calle, me contestó con un morreo escandaloso y me tocó el trasero. Ya estaba excitado de nuevo y tuvimos una cogida descomunal en el departamento.
    
    -¡Cómo te dejó el estudio!, exclamó agotada.
    
    -Muy caliente, el radiólogo es un potro que no te podés imaginar.
    
    -Me diste ganas de conocerlo, me dijo.
    
    -En la semana tengo que ir a buscar los resultados, así que me vas a acompañar, le susurré al oído.
    
    -No puedo esperar a que llegue ese día, me dijo la muy pícara.
    
    -Y yo tampoco. 
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