1. Unas vacaciones con mis tías (2): Mi tía Candi y la bodega


    Fecha: 17/05/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... la podían oír.
    
    Lo de “Pedrito”, pensé que me iba a descomponer, pero todo lo contrario, me produjo más morbo y me vine arriba. Comencé a embestir con brutalidad a la vez que horadaba su culo con mi dedo, ya no veía a mi tía, tan solo veía un culo que quería reventar. Su espalda se curvaba a cada embestida dando la sensación de que se iba a tronchar en cualquier momento, pero me sorprendió la elasticidad de ese cuerpo consistente y maduro. Continuó bufando hasta que mi polla estalló dentro de su coño mojándolo más de lo que ya estaba, la leche me salía sin parar y acabo chorreando entre sus muslos. Paré de embestir casi exhausto, con la respiración agitada y el corazón golpeándome en el pecho a un ritmo frenético. Dejé caer mi cuerpo contra el sofá quedándome totalmente espatarrado. Ella se incorporó con la respiración agitada, se giró a la vez que se inclinaba para darme unas deliciosas chupadas. Sus labios eran menos carnosos que los de su hermana, pero su forma de chupar era realmente deliciosa. Continuó un buen rato hasta dejarla completamente seca y brillante. Esa mamada final fue la firma que culminaba ese pedazo de polvo que habíamos echado. Cuando se incorporó de nuevo, me miró con esa sonrisa felina que tenía, y se relamió los labios antes de inclinarse para besarme con ternura.
    
    – Que feliz me has hecho, mi niño! Me dijo con esa mezcla de ternura y lascivia que tenía su voz.
    
    Caminó unos pasos hasta un mueble de madera vieja que había cerca, abrió el cajón y sacó un paño parecido al que había sacado anteriormente su hermana, se espatarro y comenzó a pasárselo entre los muslos. “Joder, acababa de correrme y ese gesto volvía a agitar mis hormonas!“. Volvió hacia el sofá y se sentó a mi lado cruzando sus bonitas piernas, dio un buen trago de whisky y me miró con media sonrisa percibiendo mi gesto interrogante.
    
    – Quieres preguntarme algo, cielo?
    
    Me dijo con una sonrisa amable. “Joder, parece que me está leyendo el pensamiento!“ Pensé al oírla.
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