Visitando a mi cuñada
Fecha: 19/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
Continuando con las aventuras de mi cuñada.
Habían pasado casi treinta días desde la primera vez en que convencí a mi cuñada de pagar la deuda de la computadora con su delicioso cuerpo, ya que por cuestiones familiares no habíamos encontrado espacio para estar juntos sin que tuviésemos problemas de ser interrumpidos, pero las cosas no siempre salen como uno las planea.
Cierto día recibí un mensaje de mi cuñada Maribel, me preguntaba si el día sábado estaba disponible para darme el primer pago de la computadora y además que ese día no estaría su hija, por lo que podríamos aprovechar el tiempo, así que le confirmé que ahí estaría temprano.
Así llegó el día sábado, me presenté temprano en la casa de Mari, toqué el timbre y fui bien recibido por ella. Para esa ocasión Mari llevaba puesto un vestido azul, ceñido a su hermoso cuerpo, con tirantes y unas sandalias con plataforma que resaltaban sus piernas y su culito.
Entramos a la casa y nos sentamos en la sala, donde había unos vasos con agua servidos en la mesa de centro, así que tomé mi vaso y me bebí por completo el agua.
- Vaya, sí que tenías sed – me dijo mi cuñada
- Es que traía un poco seca la garganta.
- Pues espero dejarte seco otra cosa hoy.
- Pues tú dime, empezamos de una vez si quieres.
- Espérate tantito corazón. Primero tengo que decirte que acepté la sugerencia que me hiciste respecto a la deuda de la computadora. Le comenté a Sergio sobre los pagos y esta semana me dio el dinero. Así ...
... que se lo di a la nena para que hoy fuese a comprarse ropa, es algo que en realidad le hace falta, sobre todo ropa interior.
- Vaya, qué gusto me saber eso. Sabía bien que tomarías la mejor decisión.
Al terminar de decir eso, Mari se levantó de donde estaba y se dirigió a mi lugar, justo iba a pararme cuando ella me interrumpió, se bajó la parte superior de su vestido, dejando ante mí su top blanco que llevaba puesto, y después se colocó en mis piernas y se quitó su brasier e inmediatamente me dispuse a saborear sus tetas, mordía sus pezones y los succionaba con todas mis fuerzas, ella solo gemía de placer.
Mari se quitó de mis piernas e hizo que me pusiera de pie, mientras que ella se arrodillaba y con sus manos me quitaba el pantalón, despojándolo por completo, mientras que yo hacía lo propio con mi playera. Estando así, Mari comenzó a sobar mi verga por sobre el bóxer cuya punta sobresalía del mismo.
- Mmm, mira este nene. Está ansioso por salir de su cueva- dijo ella.
Así, Mari bajó mi bóxer y con su lengua recolectó el líquido preseminal de mi pene, introduciendo en su boca primero la punta, la cual jugaba con su lengua, provocándome una excitación al mil, para después comenzar a hacerme una mamada como lo tenía que ser, se introdujo parte de mi verga mientras que con una mano hacía movimientos de arriba abajo, y con la otra mano jugaba con mis testículos, sabía bien lo que hacía, así que decidí ponerla a prueba tomándole de la cabeza y metiéndole hasta el ...