Visitando a mi cuñada
Fecha: 19/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
... subir, quitándose por completo su vestio. Abrió mis piernas y directamente se fue a mi verga flácida, comenzó a darme lengüetazos, después con sus manos acariciaba el tronco y cabeza, así también con mis testículos, y rápidamente logró que tuviese una erección.
Por el contrario, Betsy no prestaba mucha atención a lo que su madre hacía, tenía la cara viendo hacia la puerta de la habitación, estaba colorada, pero creo era solo coraje porque hasta las manos las tenía empuñadas.
Mari seguía concentrada en lo suyo, al ver que mi erección era ya firme, dejó de mamármela y de un solo movimiento se metió toda mi verga en su vagina, pegando un fuerte grito.
- Ayy… uff, mmm, párteme toda corazón.
Comenzó a darme una cabalgada como solo ella sabía, de arriba abajo y en círculos, hacía que sus movimientos fuesen los mejores.
Miré de reojo a Betsy, los movimientos de su madre le habían llamado la atención, más por las tetas de Mari las cuales se movían por todos lados, ahora mostraba una cara de curiosidad por lo que su madre hacía y tanto estaba absorta viendo el espectáculo en primera fila que creo se le olvidó el enojo porque alcancé a ver que, con una mano de forma muy discreta, acariciaba uno de sus senos mientras que la otra la tenía metida entre las piernas acariciando levemente su puchita.
Mari se percató de lo que yo veía, así que giró a ver a su hija quien, al verse sorprendida en el acto, dejó de hacerlo, por lo que Mari le dijo:
- Ay mi vida, no ...
... escondas lo que estás sintiendo ahorita. Ven.
Mari dejó de cabalgarme, se desenchufó de mi verga y bajo a ver a Betsy, hizo que se pusiera de pie y le dio un besito en los labios.
-¿Quieres probar a tu tío?, créeme, no te vas a arrepentir.
Mari le quitó la blusa negra que su hija llevaba puesta, así como el brasier del mismo color, dejándome ver ese par de tetas por unos segundos, ya que de inmediato Betsy se cubrió sus senos con sus brazos. Eran del mismo tamaño que el de la madre, pero aún faltaba más. Mari comenzó a despojarla del short beige que llevaba puesto la nena, dejándola por un momento con la tanga negra que llevaba puesta, era de hilo dental, ya que Mari se encargó de darle una vuelta para el deleite de mis pupilas y colocándose atrás de Betsy comenzó a bajarle la tanga, hasta quitársela, pero tapándole con una mano su puchita. Era injusta por no dejarme ver la vagina de su hija, pero para mí sorpresa la mano con la que la cubría la usó para separarle sus labios vaginales, dejando entrever que la nena se estaba mojando.
- Mmm, nena, veo que te estás excitando. No sabes la delicia que es tu tío, él sabe hacer bien su trabajo.
Betsy intentó zafarse de su madre, pero esta la contuvo diciéndole:
-Tranquila, no harás nada de lo que tú no quieras. Mira esa verga, toda roja, bien gruesa y sobre todo bien grande. ¿NO se te antoja?
Mari hizo que la nena subiera a la cama sin poner mucha resistencia, tal parece que las palabras de la madre la hubiesen ...