1. La tercera es la vencida


    Fecha: 22/05/2024, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me habia mamado la verga dos veces; la mañana que la conoci en casa de Nina, y cuando fue su cumpleaños, en complicidad de su amiga Patricia. Pero no habia logrado cogerla, y estaba desesperado por hacerlo. Cualquier excusa era buena para ir hasta su casa.
    
    Un día, Nina me dijo que tenía que llevar unas bolsas a casa de su madre, y me ofrecí sin dudar.
    
    Llegué a casa de Majo, salio a abrirme, quise dárselas ahí mismo, pero apenas me abrió, me dijo “cerra y pasa rapido”.
    
    estaba vestida con una camisa blanca al cuerpo, una pollera tubo gris que ajustaba sus caderas, unos stilettos negros finísimos. Su peinado era un rodete, y sus ojos verdes estaban cubiertos con un par de anteojos de marco importado. Apenas la vi, asi maquillada y vestida, mi pija empezó a despertar. Desde la puerta de entrada, hasta la casa, Majo iba delante mío, y mi cabeza iba imaginando todo lo que le haría, apenas traspasáramos la puerta.
    
    Al entrar a la casa, había un mundo de gente, serian unas 10 o 15 personas. hombres y mujeres, estaban dispersos por todas partes, algunos tenían notebook, otros con un cuaderno escribiendo, todos muy ocupados. Solo atinaron a decirme “hola”, en diferentes momentos, sin descuidar sus tareas.
    
    Majo: veni, pasa a la cocina, y dejalas ahí. Queres tomar algo?
    
    En la cocina, me dijo en voz baja, “que lindo verte de nuevo” Y me pellizco una nalga.
    
    Que hija de puta, cuando salí tenía una erección monumental. Maneje un par de cuadras, me estacione en un lugar ...
    ... solitario y me masturbe pensando en mi suegra.
    
    Pasaron algunas semanas, Nina me dijo que su madre nos invitaba a cenar a la casa. Ahora sí, esta era la oportunidad, por fin podria cogerla como habia soñado tantas veces. Sería una cena, una pastilla para mi novia (asi se dormía como la noche de cumpleaños), ¡y podría hacerla mía!
    
    Llegamos, salude a mi suegra, despampanante, enfundada en un vestido azul, con un pequeño escote por delante, y su espalda al descubierto. Caminaba adelante nuestro, y se notaba su tanga incrustada entre sus nalgas. Mi mente saboreaba ese momento, en el cual arrancaría ese vestido, le quitaba su ropa interior y la cogía hasta dejarla cansada.
    
    Entramos al living, y …habia un hombre. Bien vestido, apuesto, de unos 50 años aprox.
    
    Nina: ¡Papa!, viniste!
    
    Era mi suegro, Raul, el papa de Nina. Queria conocerme, y como estaban separados (pero tenían buena relación entre ellos) la presentación seria en una cena familiar. ¡La puta madre!, otra vez mi polvo se interrumpía!
    
    Comimos, ayude a levantar los platos, en la cocina Majo me dijo “tengo algo para vos”, y se quitó su tanga blanca, le dio un beso que dejo una marca de rouge, y me la dio. “así me recordas cuando estás solo”
    
    Demas esta decir, que esa noche al llegar a casa la cogí a Nina hasta decir basta. La llene de leche en todas las formas posibles, no podía sacarme a Majo de mi cabeza. La cogía a la hija, pensando en la madre.
    
    Listo, ya me habia cansado. La habia visto 4 veces, dos ...
«1234...»