1. La tercera es la vencida


    Fecha: 22/05/2024, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mamadas y las otras dos veces habia mucha gente. Perdi las esperanzas de coger con mi suegra.
    
    Pasaron muchas semanas, segui cogiendo con Nina. A veces hacíamos algun trio, me habia olvidado completamente de Majo.
    
    Llego un fin de semana, mi chica saldría con unas amigas, y yo estaba cansado, habia jugado al futbol toda la tarde. ¿La verdad? no quería salir. Llame a dos amigos para que vengan a comer unas pizzas, ese sería mi sábado.
    
    Nina me dejo un mensaje “ok, no me extrañes, despues seguro me quedo a dormir en casa de Marcela”, su amiga trans. “dale, el domingo hablamos, besos”.
    
    A las 8 cayeron mis amigos, trajeron unas cervezas, para esperar las pizzas. Un poco de charla, y al rato, sin pedir nada, tocaron el timbre. ¿Quién era?
    
    Serian casi las 9. ¿¿??...” quién es?”. “Majo” me dijo.
    
    ¿mi suegra? ¿En casa? Baje a abrirle la puerta. Venía con un par de bolsas, tenía puesto una especie de vestido muy sencillo, con botones al frente. Parecía que venía a limpiar mi departamento.
    
    Contrastaba con las veces que la habia visto antes, siempre maquillada, bien vestida. Ahora estaba muy sencilla, su pelo recogido en una cola, nada de maquillaje, anteojos de leer.
    
    Majo: vine a cocinarte algo, me dijo Nina que te quedabas en casa, que no ibas a salir. ¿Estas ocupado?
    
    Yo: no, estoy con dos amigos que vinieron a cenar.
    
    La puta madre, otra oportunidad desperdiciada.
    
    Yo: si, pasa, me sorprendiste.
    
    Subimos, habia traído pollo y verduras. Me iba a ...
    ... preparar algo de comer.
    
    Entramos, se los presente.
    
    Nos preparó una comida de puta madre. Abrimos unas botellas, mientras cocinaba charlamos de muchas cosas. Me conto que estaba separada hace muchos años, que tenían buena relación con Raúl, su ex, al cual yo conoci en la cena. Que, al momento de separarse, se habia quedado casi en la ruina, y había empezado una pequeña empresa, la cual hoy en día era muy importante, en realidad, solo hablamos de trivialidades.
    
    Cena normal, mis amigos me cargaban con mi “suegra”, llego el momento del postre y pedimos helado.
    
    Llego el momento de la despedida,
    
    Majo: bueno, me voy a casa. Ya es tarde, y estoy un poco cansada. ¿Bajas a abrirme?
    
    Parecía que era otra vez sin nada. En el ascensor charlamos algunas cosas más. Al llegar a la puerta del edificio, mientras yo cerraba la doble puerta del ascensor, se giró. Me miro, y me dijo, “que pena que estés ocupado”, y comenzó a desabrochar su vestido botón a botón. No tenía nada puesto debajo. “en serio, me ibas a despedir, y perdértelo?” dijo, mientras sus brazos se ponían en jarra, y dejaban al descubierto todo su cuerpo desnudo.
    
    Como dije antes, sus pechos estaban operados, pero eran casi perfectos. Su vientre plano, terminaba en un piercing en su ombligo, que realzaba su vulva perfecta, sin vellos, y de un rosado apenas claro.
    
    Yo: sabes que sos una hija de puta, ¿no? Me chupaste como nadie, y después nunca me diste la chance de cogerte, ¿y hoy que estoy con mis amigos caes ...
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